Mi querido Tolico: resiste, que creemos tenerte localizado; a Olivo se lo debemos, y confío en que próximamente podamos abrazarte. ¡Quiéranlo los hados! ¡Por Dios! No sabes el hueco que has dejado. ¿Cuándo hemos incorporado el último post? Ya sé que es mi responsabilidad, pero el blog no es el mismo sin ti. Soy así de limitado. Lo siento. Por cierto, envía un abrazo a Jorge y a los suyos, que ya se encuentra de vacaciones.
Anda, pregúntame por la entrada de hoy. O mejor, no me preguntes y yo te la narro. Mi querido amigo, el colega se halla descolocado porque Barack Obama ha dicho a sus conciudadanos negros que «Tu destino está en tus manos». Cierto que la obligación de todo político es convertirse en líder, arrastrar a la ciudadanía…, pero no puedo evitar preguntarme si el señor Obama conoce el Harlem o el Bronx de hace años y si sabe de la influencia del medio en el individuo. De haber nacido o vivido en estos lugares emblemáticos o en cualesquiera otros semejantes de su mundo, ¿habría alcanzado la primera magistratura del país? Claro que su obligación es romper cadenas, señor Obama, pero no se pase.