domingo, 18 de abril de 2010

«… y el pueblo se hará nuevo cada año»


Leo que las campanas de la ciudad repican cuando el cortejo fúnebre del presidente Kaczynski y de su esposa entran en la preciosa Cracovia. Miles de personas testimonian su dolor al paso de la comitiva. La hermosa Plaza del Mercado acogerá el oficio religioso y, a continuación, el imponente Castillo de Wawel custodiará para la eternidad los dos cuerpos.

Para cuando la ceremonia finalice, desde este rincón brindamos al pueblo polaco los versos que Juan Ramón Jiménez titula El viaje definitivo:


Y yo me iré. Y se quedarán los pájaros cantando;

y se quedará mi huerto, con su verde árbol,

y con su pozo blanco.

Todas las tardes, el cielo será azul y plácido;

y tocarán, como esta tarde están tocando,

las campanas del campanario.

Se morirán aquellos que me amaron;

y el pueblo se hará nuevo cada año;

y en el rincón aquel de mi huerto florido y encalado,

mi espíritu errará, nostálgico…

Y yo me iré; y estaré solo, sin hogar, sin árbol

verde, sin pozo blanco,

sin cielo azul y plácido…

Y se quedarán los pájaros cantando.

sábado, 10 de abril de 2010

Solidaridad con el pueblo polaco


Polonia, país hermano y querido, país masacrado por la Historia, vive horas de intenso dolor. Desde este modesto y humilde rincón de la aldea global nos sumamos a su pena y hacemos votos para que una vez más esté a la altura de las circunstancias y sepa hacer frente a la adversidad.

¡Arriba, Polonia!