sábado, 31 de diciembre de 2011

¿A qué jugamos, señor Rajoy?



jueves, 29 de diciembre de 2011

Carta al señor Rajoy

Imagen de Wikipedia.

Distinguido paisano y señor presidente del Gobierno:

En función de las informaciones que los medios de comunicación difunden en torno a su persona, estimo que tiene usted la vida resuelta económica y profesionalmente más allá del mundo canalla y barriobajero de la política. A pesar de ello, desde hace ocho años, lucha por alcanzar la responsabilidad que le acaba de ser conferida, nada más y nada menos que presidente del Gobierno del reino de España en unos momentos especialmente delicados y difíciles. ¿Qué voy a decirle que usted ignore?

No voy a preguntarle por lo que le mueve en tamaña batalla ya que tiene usted todo el derecho a emplear su vida como estime conveniente. Sin embargo, permítame trasladarle unas reflexiones.

En las antepenúltimas elecciones generales, el malhadado 11 M frustró una victoria cantada a su favor. En las elecciones penúltimas, una hábil campaña de sus contrincantes dio al traste con su candidatura (yo creí entonces que debería haber dimitido). Y a la tercera fue la vencida. A partir de esa hora e incluso desde antes, el corifeo y el coro de aduladores se deshacen en elogios en torno a su persona esforzándose cada cual por destacar algún aspecto original suyo. Imagino que, más allá de los comentarios que le haga llegar alguna persona próxima, no dispone de tiempo para estas banalidades. Más nos vale a los contribuyentes.

Y cuando por la noche se mete en cama, se despide de su esposa y se da la vuelta, cuando cierra los ojos y se enfrenta a sí mismo, ¿en qué piensa?, ¿qué piensa? ¿Tal vez que ganó las elecciones? ¿O acaso que las perdió el adversario?

Además de la crisis, que es real, de la implacabilidad de los mercados, que también lo es, de Europa, de…, no es menos cierto que los últimos equipos de gobierno consiguieron cavar una zanja a nuestros pies que lleva camino de transformarse en una tumba inmensa y oscura que avanza sola intentando engullirnos. Y usted y algunos de los suyos, por acción o por omisión, contribuyeron. Hoy, intenta remediarlo. El gesto serio de su esposa en el balcón de Génova la noche del 20 N contrastaba con la euforia general de los suyos. Ellas atesoran ese no sé qué, ese sexto sentido; no lo desdeñe.

¡Y la impaciencia! Pocas horas después de ese 20 N, la canalla de enfrente, Bruselas, los mercados… demandan acción. Y usted, siguiendo el protocolo, aparentemente, impertérrito. Y llega al discurso de investidura y proclama lo que a todos nos agrada escuchar, que revalorizará las pensiones, que premiará a los emprendedores… y que debemos recortar decena y media larga de miles de millones de euros, una magnitud inconmensurable que algunos triplican y que usted no aclara suficientemente de dónde aflorarán, lo que genera no poca inquietud (créame si le digo que imagino la suya).

Después de treinta años en la arena política, estoy seguro de que, por más que intente evitarlo, sabe que cometerá errores. Cuando toda o casi toda la canalla pondera y alaba el equipo de que acaba de rodearse, cuando la oposición balbucea sin saber qué argumentar, un verso suelto disiente respecto de un miembro de ese equipo. Y yo, también. Pero demos tiempo al tiempo y, por la cuenta que nos trae, hagamos votos para que sea usted quien haya hecho diana.

Resulta evidente que España necesita un cambio (espléndido término que ya acuñó el señor González hace casi tres décadas y que ustedes acaban de recuperar). Usted, don Mariano, está llamado a liderarlo, a enmendar la inconsciencia y los gravísimos desatinos de su antecesor. Y eso le granjeará críticas aceradas, especialmente desde los ciudadanos de a pie. Quieran los hados que atine a repartir las cargas con la mayor equidad porque su éxito y el de su equipo serán el éxito del país.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Saber administrarse



jueves, 22 de diciembre de 2011

Vueltas y revueltas de la vida


martes, 20 de diciembre de 2011

viernes, 16 de diciembre de 2011

martes, 6 de diciembre de 2011

Productividad, competitividad...


Mi querido Tolico:
Observo el titular de la noticia y entro a su desarrollo; cuando lo hago, viene a mi cabeza la cantinela con que nos machaca el sistema: debemos trabajar más, cobrar menos, producir, ser competitivos..., y yo me pregunto si lo que se pretende es que volvamos a la esclavitud, como ya le sucede a los miles de brasileños de la noticia o a los periodistas objeto de ofertas de trabajo insultantes, como esta:


lunes, 5 de diciembre de 2011

¿Qué título?


viernes, 2 de diciembre de 2011

Contrastes

Mi querido Tolico:
A última hora de la mañana, La Voz de Galicia incluía esta noticia en primera:


Y un poco más abajo, descubro esto:


Curioseé un par de diarios nacionales en su versión digital y no encontré rastro de la noticia más vista por los lectores de la Voz. Con lo que está cayendo y... Sin comentarios, Tolico.