domingo, 27 de junio de 2010

«Desde la Costa de la Muerte»: descárgalo gratis


Me es grato poner a disposición de la comunidad de internautas mi libro Desde la Costa de la Muerte de modo gratuito.
¿Te interesará? Te interesará…
  • Si amas la literatura de viajes,
  • Si estás interesado en esta tierra,
  • Si prevés viajar por la Costa de la Muerte, y
  • Si previeras visitar Compostela, porque en él buceo en la costumbre de los viejos peregrinos de continuar el Camino a Fisterra y a Muxía.
La descarga en formato PDF es gratuita. No obstante, cuando lo leas y disfrutes, eres libre de ponerle precio:

viernes, 25 de junio de 2010

El sueño de Roosevelt


Imagen de Wikipedia.

Querido Tolico:

En primer lugar, un mensaje de gratitud a nuestro amigo Pato. Tú sabes que lo recordamos con afecto y especialmente hace unas semanas, cuando la Tierra perdió el control; y ahora, al post.

Libertad, libertad, libertad… ¡Cuánto abuso se ha hecho de este término!

En el mundo convulso del 6 de enero de 1941 —¿existió momento alguno en que el mundo no haya vivido convulso?—, Franklin Delano Roosevelt pronuncia un discurso en el que deja constancia de los derechos por los que debe luchar el hombre de todos los tiempos. ¿Los imaginas? Son estos:

  • Derecho a la libertad de palabra.
  • Derecho a la libertad de culto.
  • Derecho a vivir libres de miseria.
  • Derecho a vivir libres de temor.

Éste es el mundo que sueña Roosevelt. ¿Crees, acaso, que son diferentes los sueños del ser humano de 2010?

miércoles, 23 de junio de 2010

Consumado el segundo asalto


Imagen de Wikipedia.

(En primer lugar, gracias a Ola y a Jorge por sus comentarios. Narra Borobó en su biografía de Pablo Iglesias que Juana, la madre del Gallego, viuda, debió empeñar el ajuar para poder trasladarse a Madrid con sus hijos, caminando durante tres largas semanas bajo el amparo de arrieros maragatos, cruzando el desierto castellano. Estoy seguro de que si el Abuelo levantara la cabeza correría a gorrazos a tirios y troyanos). Y ahora, vamos con la entrada del día.

Mi querido Tolico:

¿Por dónde comienzo? Si me lo permites, por una anécdota. Hace unos años, nuestro amigo Asier participó en el rodaje de un anuncio televisivo; la empresa productora, increíblemente legal, le formalizó un contrato de trabajo que recogía sus dos horas de dedicación y los doscientos euros que percibió a cambio. Cuando por aquellos tiempos de bonanza tirios, troyanos y sus voceros respectivos se referían al milagro español y alardeaban de los millones de puestos de trabajo que generaban, en casa nos acordábamos del puesto de trabajo que la productora había creado para dos horas de trabajo y doscientos euros de retribución. Ese contrato y tantos otros parecidos engordaron aquellas cifras de supuesta creación de puestos de trabajo. ¡Y todos tan contentos con el engaño!

En estos años, especialmente en los últimos, una brutal campaña de desinformación suscrita y defendida por la casi totalidad de los medios de comunicación —¡qué curioso: en esto, todos de acuerdo!— intenta convencer a la sociedad de la necesidad de acometer una reforma laboral, justificándola a veces con un argumento tan peregrino como que la actual legislación es «franquista» ¿? Los que ya ni canas peinamos sabemos lo que eso significa: indefectible pérdida de derechos para el trabajador; y lo que pierde el trabajador, ¿dónde va a parar?

No puedo observar la situación, Tolico, más que a través del color de mis gafas, de las gafas de un currito. No poseo bola de cristal e ignoro cómo evolucionará la creación de empleo; no obstante, permíteme trasladarte un par de ejemplos: con la legislación «franquista», una empresa centenaria puso en marcha dos EREs con una diferencia de meses y aun obteniendo beneficios; y otra, echó a la calle a un ciento largo de profesionales que sustituyó por casi un centenar de becarios de los de doscientos euros al mes y, en algunos casos, trabajando sólo por completar curriculum. Pon tú el comentario.

Mi temor es que, al menos a corto plazo, buena parte de las empresas harán uso de la nueva legislación, limpiarán plantillas que completarán con becarios, con lo que la tasa de desempleo seguirá creciendo. ¡Quieran los hados que me equivoque!

Llegados a este punto, estoy seguro de que estás preguntándote por tanto medio de comunicación, tanto comunicador, tanto tertuliano… que intenta crear en la ciudadanía la idea de que la reforma del mercado laboral resulta imprescindible. Créeme si te digo, Tolico, que reflexiono en torno a tanto ángel exterminador y, ¿qué encuentro? Encuentro a ciudadanos convencidos de verdad y por sí mismos de esta tesis; pero, sobre todo, encuentro a prebostes con salarios de escándalo, planes de pensiones dorados y envidiables, y blindados en sus poltronas; encuentro a los que ya disfrutan de prebendas y saben que defendiendo lo indefendible seguirán lucrándose de ellas, encuentro a los que aspiran a conseguirlas, encuentro…, encuentro que, en la sociedad invertebrada que construimos día a día con nuestras actitudes, tenemos lo que nos merecemos.

lunes, 21 de junio de 2010

¿Aprendemos de la Historia?

Herodoto. Imagen de Wikimedia.

Mi querido Tolico:

Tu amiga Ola me lleva a Kapuściński y Kapuściński me lleva a Herodoto. Hace 2.500 años aproximadamente, en el Libro V de su Historia, se refiere el griego a Periandro, un dictador en ciernes que desea conocer cómo conservar el poder, cuál es el modo de mantener sumisos y en permanente estado de inquietud a los ciudadanos. A fin de averiguarlo, envía a un embajador para que consulte a Trasibulo, el dictador de Mileto. Y escribe Herodoto:

Trasibulo saca al enviado de Periandro a paseo fuera de la ciudad, y éntrase con él por campo sembrado, y al tiempo que va pasando por aquellas sementeras, le pregunta los motivos de su visita, y vuelve a preguntárselo una, y otra, y muchas veces. Era, empero, de notar que no paraba entretanto Trasibulo de descabezar las espigas que entre las demás veía sobresalir, arrojándolas de sí luego de cortadas, durando en este desmoche hasta que dejó talada aquella mies, que era un primor de alta y bella. Después de corrido así todo aquel campo, despachó al enviado a Corinto sin darle respuesta alguna. Apenas llegó el mensajero, cuando le preguntó Periandro por la respuesta, pero él le dijo: «¿Qué respuesta, señor? Ninguna me dio Trasibulo»; y añadió que no podía acabar de entender cómo le hubiese enviado Periandro a consultar un sujeto tan atronado y falto de seso como era Trasibulo. Mas Periandro dio al instante en el blanco, y penetró toda el alma del negocio, comprendiendo muy bien que con lo hecho le prevenía Trasibulo que se desembarazase de los ciudadanos más sobresalientes del Estado; y desde aquel punto no dejó ni maldad ni tiranía que no ejecutase en ellos, de manera que a cuantos había dejado vivos o sin expatriarse el cruel Cípselo, a todos los mató y los desterró Periandro.

¿Encuentras, querido Bartolo, diferencias notables con lo que acontece 2.500 años después de escrito el texto?

sábado, 19 de junio de 2010

«Cuadrante» nº 19 y «El mundo de Valle-Inclán. Viaje a los orígenes»

El mundo de Valle-Inclán. Viaje a los orígenes

Mi querido Tolico:

El retraso patológico que arrastro con las entradas del blog hace que todavía no haya acusado recibo del número 19 de Cuadrante, que gentilmente me hacen llegar mis amigos de Vilanova y que bucea, como es lógico, en el mundo de Valle-Inclán. Gracias de corazón una vez más, amigos.

Pero esta vez Cuadrante no llegó solo, lo recibí acompañado de una grata sorpresa: un ejemplar de El mundo de Valle-Inclán. Viaje a los orígenes, de Francisco X. Charlín y Gonzalo Allegue.

Déjame confesarte, Tolico, que tuve noticia de esta publicación por la prensa regional y figuraba en mi lista de libros a adquirir. Luego, ha sido recibido con doble satisfacción y espero saborearlo este verano.

Como puedes imaginar, fui al índice y, desde él, di un salto a Pobra do Caramiñal o Viana del Prior, al pazo de La Merced, al Sindicato Agrario, a Cures, a Bealo…, que la tierra sigue tirando. Tengo la mejor impresión del libro y desde aquí felicito a los autores y les envío un fuerte abrazo.

Como colofón, mi querido Bartolo, me tomo la libertad de reproducir un poema inédito de don Ramón que Charlín y Allegue incluyen en la publicación y que sitúan entre 1912 y 1914, coincidiendo con el regreso de Valle a Galicia. Dice así:

Al volver a la tierra materna

Sentí que cien almas antiguas

Se quemaban y alumbraban

Dentro de mí,

Como viejos troncos

Que arden en el hogar

De la casa heredada

Y sentí las voces remotas

De tantas sangres

Llamándome suyo.


Asociación Cultural Amigos de Valle-Inclán

viernes, 18 de junio de 2010

«Es hora de aullar» (José Saramago, junio 2007)


Mi querido Tolico:

Esta mañana, camino del trabajo, ‘pillé’ asiento en el metro e inicié la escritura de una entrada posicionándome en torno al último atropello de que hemos sido objeto los trabajadores, la reforma laboral. Y en esa primera redacción aludo, entre otros, al aborregamiento y a la falta de vertebración de la sociedad española de nuestros días, de la que formo parte y de la que soy actor. Pues bien, unas horas después me entero de que Saramago, de 87 años, un viejo joven inconformista, contestatario y comprometido, acaba de abandonarnos. Leo a vuela pluma las primeras informaciones en torno a su persona y me quedo con esta idea: reconoce —quiero imaginar que con pesar—, su incapacidad para cambiar el mundo, pero, no por ello, deja de reiterar que es necesario cambiarlo. ¡Lástima que el cambio que le aplicamos sea a peor, Maestro!

Gracias, señor Saramago, y ¡descanse en paz!

lunes, 14 de junio de 2010

En torno a la corrupción


Naufragio (Goya). Imagen de Wikimedia.

Mi querido Tolico:

En tu mundo, ¿conocéis la corrupción?, ¿la vivís? ¡Lacra execrable! Levantas la vista aquí o allí y, tanto si miras al ámbito público/político como si lo haces al privado, este mal de entre siglos —tal vez de toda la vida—, ahí se halla instalado. Abres un periódico o conectas un informativo y resulta excepción el día que no muestran un nuevo escándalo. Permíteme que me resista a citar caso alguno en particular. Seguro que cada ciudadano es capaz de mencionar de corrido unos cuantos sin necesidad de detenerse a pensar. ¡Qué desgracia, colega! Mires donde mires, el sol descubre e ilumina la podredumbre que nos acecha, que nos come, que absorbe nuestra sangre, nuestros impuestos, nuestra vida…

Como sociedad, ¿seremos capaces de erradicar este cáncer? Ya sé, amigo, que tú eres optimista por naturaleza, pero también eres realista y sabes que existen enfermedades incurables que irremediablemente conducen al individuo al cementerio. Quieran los hados que no sea nuestro caso.

sábado, 5 de junio de 2010

En el centenario del nacimiento de Miguel Hernández


Mi querido Tolico:

Este año de 2010 recordamos el centenario del nacimiento de Miguel Hernández. Estos días me crucé con él por razones profesionales y me entretuve en leer y en releer algunos de sus textos y, al margen de las luces y las sombras que atesora como ser humano, recojo y te ofrezco estos versos publicados en 1937 y que reflejan su sensibilidad y su compromiso:


No soy de un pueblo de bueyes,

que soy de un pueblo que embargan

yacimientos de leones,

desfiladeros de águilas

y cordilleras de toros

con el orgullo en el asta.

Nunca medraron los bueyes

en los páramos de España.

¿Quién habló de echar un yugo

sobre el cuello de esta raza?

¿Quién ha puesto al huracán

jamás ni yugos ni trabas,

ni quién al rayo detuvo

prisionero en una jaula?

¿A que cuadrarían a la perfección en estos días?

jueves, 3 de junio de 2010

En torno a la educación


Mi querido Tolico:

Las intervenciones de Jorge me recuerdan que debo ocuparme del blog. Gracias, amigo.

Desde la promulgación de la rompedora Ley General de Educación, de 1970, ¿cuántas Leyes Orgánicas educativas conoces? Tirios y troyanos han utilizado la suya para aporrear al de enfrente. Y mientras tanto, la casa por barrer y la formación de estas generaciones, peor que bajo mínimos. ¿Y dónde nos encontramos? En el furgón de cola, con jóvenes analfabetos funcionales incapaces de interpretar un texto de dificultad básica, incapaces de expresarse por escrito, incapaces de manejarse en inglés… y a veces hasta en castellano. Y mientras tanto, ¿qué hacen tirios y troyanos? Que si una tarima, que si la autoridad del docente, que si el pacto educativo…: «caca de la vaca», que dice mi amigo Jesús.

Querido Bartolo, soy capaz de sentirte en mi hombro husmeando lo que garabateo y preguntándote si tanto desatino tiene solución. Sí, Tolico, la tiene: los problemas de la educación se resolverán por generación espontánea cuando los hijos y los nietos de nuestros políticos sean educados en centros públicos de distritos municipales madrileños como Usera o Villaverde.