—Mi querido Tolico…
—¡Manoliño, Manoliño! De seguir así, acabarás hartándome y, entonces, me veré obligado a abandonar el blog. ¡Exijo continuidad diaria! ¿Me explico? ¿Se me entiende?... No voy a dejarme utilizar.
—Tolico, ¡por Dios! A veces, la actualidad es tan seria que necesitas reposar, reflexionar, tomarte tu tiempo… Hilvanar una entrada festejando el 75 aniversario del pato Donald resultaría ser un precioso ejercicio de composición…
—¿Qué Donald ha cumplido 75 años? Tengo esperanza de alcanzarle.
—No te disperses, colega. Hace 48 horas, la ciudadanía española estaba convocada para elegir a sus representantes en el Parlamento europeo, y he aquí que más de la mitad de los votos se perdieron por el camino.
—Es lo que ya sucedió en otras ocasiones, Manoliño. ¡Vaya novedad!
—Y tirios y troyanos, una vez más, ¿cómo reaccionan?
—¡Qué pregunta más boba, con perdón! Observa la resaca: yo gané, aunque sea por un poquito; y tú perdiste, aunque sea también por otro poquito, cuando los que de verdad habéis perdido sois los ciudadanos…
—Mi querido Tolico: si tirios y troyanos conservaran una brizna de dignidad, ayer, desde el Congreso, se habrían dirigido al país para reconocer —déjame que tome el Catecismo de la Doctrina Cristiana primer grado, que mi padre forró hace cincuenta años, en cuyo protector escribió mi nombre, y que me sirva de guía en esta entrada—, para realizar, digo, examen de conciencia, expresar su dolor por los pecados cometidos, efectuar propósito de la enmienda…
—¿Estás loco, colega?... ¿En qué mundo vives? Que la mitad de la ciudadanía les haya dado la espalda les trae al pairo mientras conserven sus banquetitas. ¿Una brizna de dignidad? ¡Bobo, más que bobo! ¿Es que no te has enterado de que, en una taberna, unos y otros acaban de pactar inyectar otro dineral al sistema financiero cuando en EE.UU. parte de los bancos ayudados van a devolver ya las ayudas recibidas?... ¿Sigo?... ¡Bobiño!
—¡Manoliño, Manoliño! De seguir así, acabarás hartándome y, entonces, me veré obligado a abandonar el blog. ¡Exijo continuidad diaria! ¿Me explico? ¿Se me entiende?... No voy a dejarme utilizar.
—Tolico, ¡por Dios! A veces, la actualidad es tan seria que necesitas reposar, reflexionar, tomarte tu tiempo… Hilvanar una entrada festejando el 75 aniversario del pato Donald resultaría ser un precioso ejercicio de composición…
—¿Qué Donald ha cumplido 75 años? Tengo esperanza de alcanzarle.
—No te disperses, colega. Hace 48 horas, la ciudadanía española estaba convocada para elegir a sus representantes en el Parlamento europeo, y he aquí que más de la mitad de los votos se perdieron por el camino.
—Es lo que ya sucedió en otras ocasiones, Manoliño. ¡Vaya novedad!
—Y tirios y troyanos, una vez más, ¿cómo reaccionan?
—¡Qué pregunta más boba, con perdón! Observa la resaca: yo gané, aunque sea por un poquito; y tú perdiste, aunque sea también por otro poquito, cuando los que de verdad habéis perdido sois los ciudadanos…
—Mi querido Tolico: si tirios y troyanos conservaran una brizna de dignidad, ayer, desde el Congreso, se habrían dirigido al país para reconocer —déjame que tome el Catecismo de la Doctrina Cristiana primer grado, que mi padre forró hace cincuenta años, en cuyo protector escribió mi nombre, y que me sirva de guía en esta entrada—, para realizar, digo, examen de conciencia, expresar su dolor por los pecados cometidos, efectuar propósito de la enmienda…
—¿Estás loco, colega?... ¿En qué mundo vives? Que la mitad de la ciudadanía les haya dado la espalda les trae al pairo mientras conserven sus banquetitas. ¿Una brizna de dignidad? ¡Bobo, más que bobo! ¿Es que no te has enterado de que, en una taberna, unos y otros acaban de pactar inyectar otro dineral al sistema financiero cuando en EE.UU. parte de los bancos ayudados van a devolver ya las ayudas recibidas?... ¿Sigo?... ¡Bobiño!
No hay comentarios:
Publicar un comentario