jueves, 3 de febrero de 2011

«El problema de las pensiones es un invento, una campaña organizada para recortarlas» (Pedro Montes)


Mi querido Tolico:

Difícil resulta el abordaje de este asunto. ¿Es inevitable la reforma de las pensiones? ¡Naturalmente! Pero para hacer justicia a los trabajadores que cuando cumplen 65 años han cotizado 50 y no para empobrecernos a todos en picado. Vayamos por orden.

Viví con mucho interés la reforma de 1985 porque mi padre había accedido a la jubilación unas semanas antes de su aprobación; la de 1997, muy pendiente; y la actual, sin parpadear, como puedes imaginar. En las tres, los salvadores y sus voceros echan mano de la demografía, la crisis y algún otro ingrediente e hilan un discurso que pretende convencernos de que la medida resulta imprescindible para garantizar las pensiones de nuestros hijos. ¡Mentirosos! ¡Qué light la exclamación! Si quien pone en marcha este expolio legal de nuestros derechos fuesen los de enfrente, la calle estaría ardiendo: ¿qué nos sucede? Una vez más, anestesiados.

Por otro lado, ante la tímida propuesta de revisión de las pensiones de oro de diputados y senadores, un afectado se revolvió defendiendo la dignidad de la política, que ha de ser llevada a cabo por gente preparada, salvo que se pretenda que esta Cámara sea una Cámara de funcionarios y de gente pobre. La intervención de este probo representante se comenta por sí sola. Estoy persuadido de que esos privilegios no se tocarán.

¿Y las pensiones de los ex? Tirios y troyanos mantienen intacto el régimen de los ex presidentes de la nación, cuantioso botín económico compatible con toda canonjía privada; pero, ¿y los ex de las comunidades autónomas? Ni se mencionan.

Mientras tanto, ¿cuál será la pensión de un trabajador que pierda su trabajo a los 50 años, por escribir una cifra, y que difícilmente volverá a trabajar o, al menos, difícilmente trabajará de modo regular?

Y algo que pasa desapercibido para los grandes medios de comunicación al uso: el pacto alcanzado prevé revisar (mejor deberían decir reducir) las pensiones cada cinco años a partir de 2027.

A todo esto, mi querido Tolico, aquí quería llegar: a enlazar con un análisis sereno y ponderado que desmonta la necesidad de este pensionazo.

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