domingo, 19 de junio de 2011

La responsabilidad, del empedrado

Mi querido Tolico:

He aquí que, ahora, el señor vicepresidente del Gobierno se cae del guindo y descubre que la educación es la clave para salir de la crisis —¡vaya satisfacción!—, y, en una formidable maniobra de distracción, se agarra al áncora de salvación del MIR para educadores. ¡Chapó! Hasta el más torpe de los contribuyentes es capaz de leer entre líneas y entender que el señor Rubalcaba carga sobre las espaldas de los docentes la responsabilidad de lo que el país está sufriendo. Que los hados le gratifiquen con lo que se merece.

Brille la selección docente en función de la formación, de la capacidad y del mérito de los aspirantes, pero, que no se engañe el político y que no pretenda engañar a España: en el último cuarto de siglo, en aras de no sé qué, la educación malvive rehén del poder político, y soy pesimista respecto de su evolución por muchos MIR con que pretendan engañarnos tirios o troyanos. Y como muestra, la celebración del «Día E» que ayer puso en marcha el Instituto Cervantes en todo el mundo, noticia de primera con que abrieron los informativos. Reposado el gozo del primer instante, no pude evitar preguntarme cuántas familias españolas se ven imposibilitadas de escolarizar a sus vástagos en castellano cuando países como Reino Unido, Estados Unidos o Brasil ofrecen el estudio del castellano a sus estudiantes como segunda lengua, después de la nativa. ¡Por favor, señor ‘vice’!

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