Mi querido Tolico:
Nació en el 23, como mi padre, y su mirada se me antoja limpia, curiosa, observadora; una mirada, en fin, que acumula 88 años de vivencias. Acabo de leer la “Antología” poética de Wisława Szymborska y quisiera compartir contigo mis subrayados:
Debo mucho
a quienes no amo.
Es hermosa esa seguridad,
pero la inseguridad es
más hermosa.
El sol brilló y se apagó
sin que yo me diera
cuenta.
Cuando pronuncio la palabra Silencio,
lo destruyo.
Y ésta es mi cabeza
llena de dudas.
Yo tenía razón.
Sólo que eso no
significa nada.
Nada sucede dos veces.
No es el mismo ningún día,
no hay dos noches parecidas,
ni igual mirada en los ojos,
ni dos besos que se
repitan.
No hay mayor lujuria
que el pensar.
Resulta insolente
llamar a las cosas por su nombre.
Miré hacia atrás por
miedo de dónde poner a continuación mi pie.
Miré hacia atrás por
soledad.
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