viernes, 30 de noviembre de 2012

Tirios y troyanos, de nuevo, ¡sinvergüenzas!


Acaba de hacerse pública la noticia: el PP incumple una nueva promesa, no actualizará las pensiones de acuerdo con la subida del coste de la vida sino parcialmente. Mal, ¡muy mal!, máxime cuando muchos pensionistas son hoy el auténtico sostén familiar de numerosos hogares que por el número de miembros pudieran ser pequeñas tribus. En paralelo, El PSOE se rasga las vestiduras y califica de cruel la medida, que lo es, pero parecen olvidar que ellos las congelaron. Tirios y troyanos, troyanos y tirios, una vez más, se lanzan dardos, pero quien sufre los engaños y la gestión somos los de siempre.
Por otro lado, ¡qué tristeza esta noticia!, y no será la única.

miércoles, 21 de noviembre de 2012

El cine, tocado


Hacía algún tiempo que no disfrutaba del cine en sala. Me llevó a él Todo es silencio, de José Luis Cuerda, el director de tantos éxitos, de los que, tal vez por deformación profesional, siempre tengo presente La lengua de las mariposas.
Habían pasado dos días después del estreno. Realicé la reserva por internet hacia las tres de la tarde y me descolocó el que a esa hora solo estuviesen ocupadas dos butacas de toda la sala para un pase a las 18,45, en domingo y en un cine céntrico del rompeolas de las Españas.
Accedí a la sala iniciada la publicidad y el alma se me cayó a los pies al comprobar que estaba ocupada aproximadamente en un tercio de su aforo.
¿Qué sucede? Ha sido clausurado Megauload, ha sido cerrado Vagos, se han autocensurado otras páginas de descargas y la sala se hallaba medio vacía.
Reflexiono. ¿Será el precio? La butaca cuesta 8,5 euros, a los que añadir 0,9 por gestión de la reserva informática. Tal vez el precio, la subida del IVA o la crisis; pero, la realidad es que, con unos ingresos así el tercer día de estreno, el cine está seriamente tocado, acaso sentenciado, al menos como lo hemos conocido.

lunes, 5 de noviembre de 2012

«Otro vendrá que buena la hará»


«Otro vendrá que buena la hará»: Vox populi, vox Dei (la voz del pueblo es la voz de Dios).
Creo ser realista. Sé que en buen número de nuestros hogares somos poco sensibles al gasto que supone disponer de una farmacia en casa (lo que no cuesta, no vale; de lo que no me cuesta, hago una gran fiesta), pero, este no es el camino. Por enésima vez, debo reconocer humildemente que no poseo la piedra filosofal y me alegra no tener la responsabilidad de dar solución a asunto así de espinoso, pero, ¡no es así!
Dionisio I de Siracusa, conocido también históricamente como Dionisio el Viejo, tirano casi confeso, se asombró de que una pobre vieja implorase a los dioses larga vida para el dictador. Se acercó a ella y le preguntó por qué rezaba por él. La buena mujer le confesó que su antecesor era un malvado y , por ello, rogó fervientemente a la deidad para que el pueblo se viese libre de él; tuvo la fortuna de ver cumplido su deseo, pero también debió comprobar que el sucesor era peor, para acabar preguntándose cómo sería quien le sustituyera.