Mi querido Tolico:
En primer lugar, déjame agradecer a Lali, a Saturnino y a Jorge sus comentarios, que tanto estimulan; porque escribes para ti, pero también para los demás, y saberte leído y correspondido no tiene precio. Y dentro del capítulo de reconocimientos, vaya también mi gratitud para los amigos que a pesar de la discontinuidad del blog en estos meses se asoman a él periódicamente, que Google Analytics es un chivato y todo lo canta; gracias de corazón por vuestro interés y por vuestra constancia, amigos.
Y ahora, voy contigo, Tolico. Hace unos años, un padre arrepentido tuvo la valentía de publicar un artículo en un periódico nacional en el que pedía disculpas a su hijo por la decepción que había experimentado en el momento de su nacimiento al advertir que sufría síndrome de Down. Ni por lo más remoto pretendo establecer comparación alguna, pero he de reconocer humildemente que tu ausencia no sólo me desconcierta, sino que hasta me llevó a pensar en dar un giro al blog que implicaría perderte. ¡Lo siento, colega! ¿Podrás disculparme? Una vez más debo reconocer que este blog eres tú y sin ti no sería tal. Desde donde te halles, ¿quieres seguir siendo el destinatario de mis manólogos? Gracias, amigo.
2 comentarios:
Recibidos los agradecimientos.
Me gusta saber que "regresa" Tolico.
Un abrazo
TU SABES QUE TOLICO SIEMPRE ESTARÁ VIVO PARA TODOS NOSOTROS Y QUE NUNCA TE DEJARIAMOS QUE ABANDONASES EL BLOC.
BESOS
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