Mi querido Tolico:
Frente a la putrefacción que amenaza la civilización,
¿existirá símbolo más significativo que un corazón? Tal vez por ello, la joven
suiza de la noticia quiso dejar una manifestación del suyo en la Alhambra
rayando el estuco con sus uñas. Y qué pena que los cuidadores del palacio no
alcanzaran a valorar su gesto y la empujaran a pasar la noche en los calabozos
policiales. ¡Qué insensibilidad la de los agentes! ¡Lástima! Porque estoy
seguro de que el próximo gracioso en potencia se lo pensará antes de atentar
contra el patrimonio granadino, ya universal.
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