Leo el discurso de ingreso en la Real Academia Española de don Luis Ángel Rojo, pronunciado el 1 de junio de 2003. El economista describe así el Madrid de mediados del siglo XIX:
… La inversión en la industria madrileña fue escasa en el período. Los obstáculos que el deficiente suministro de agua y los inadecuados transportes habían puesto al desarrollo de la industria se vieron paliados con la llegada del agua del Canal de Isabel II en 1854 y con el desarrollo de la red radial de ferrocarriles y la entrada en funcionamiento de las estaciones de Príncipe Pío y de Atocha, más tarde ampliadas y renovadas y completadas con la de Delicias; pero la ciudad seguía careciendo de materias primas cercanas y de energía barata, su mano de obra estaba poco cualificada, los tipos de interés eran altos como consecuencia de las necesidades financieras de la Hacienda Pública y, sobre todo, la burguesía madrileña continuaba sin interesarse por los riesgos industriales, a diferencia de lo que ocurría en otras ciudades del país.
La inversión preferida por esa burguesía, a partir de la desamortización de Mendizábal, fue la vivienda, y la actividad de la construcción otorgó un impulso fundamental al clima económico de la ciudad en el período…
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