lunes, 11 de agosto de 2008

En torno a la gestión pública

(Catedral de Mondoñedo, tomada de Wikipedia)

—¿En torno a la gestión pública, Manoliño? ¿No habíamos convenido que ni religión ni política? Si continúas así, acabaré montando mi propio blog.
—Espera, Tolico, y dime si no resulta sangrante. Dos noticias relativas a la gestión pública tras cuya ejecución se hallan grupos políticos antagónicos:

Por un lado, se critica que el Sr. Gallardón dedique más dinero al concierto que el maestro Barenboim dirigió en la Plaza Mayor madrileña que al asignado a la banda municipal de la ciudad para todo el año.

Por otro, 78 de los 109 trabajadores del ayuntamiento de Mondoñedo todavía no cobraron el salario correspondiente al mes de julio. Y el señor alcalde lo acredita, lo siente y lo justifica (¡si Cunqueiro o Pardo de Cela levantaran la cabeza!). Mondoñedo es otra de las villas —posee la categoría de ciudad desde mediados del siglo XII— en la que no me importaría perderme, pero esto se sale. ¿Resulta lógico que un municipio que no alcanza los 5.000 habitantes necesite de más de 100 trabajadores municipales y de dos concejales con dedicación exclusiva?

—No sigas, Manoliño. Tú lo expresaste aquí hace unas semanas y yo lo rubrico de nuevo: mientras que los ayuntamientos, las comunidades autónomas y el propio estado no sean gestionados como si se tratase de una simple economía doméstica, peligra el buen uso que se haga de los impuestos de los indefensos ciudadanos de buena fe.


Gallardón-Barenboim
Mondoñedo 1, Mondoñedo 2, Mondoñedo 3, Mondoñedo 4

P.D.: Tolico nos concede unos días de asueto. Nos reencontramos pronto. Gracias.

domingo, 10 de agosto de 2008

El hijo

Cuando el comentario resulta corto o el texto de la antología parece pedir más, créeme, Tolico, que me siento honrado. No se trata de inundar de levadura el asunto objeto de tratamiento. Lo que importa de verdad, estimo, es la chicha. Ahora que apenas suena Umbral a pocos meses de su desaparición, de Mortal y rosa, traemos esta cita:

“El hijo es un relámpago de futuro que nos deslumbra. Por él, por mi hijo, he visto más allá, más adentro, y más lejos, y quizás, ay, eso basta.”

P.D.: unas palabras a Glo.

sábado, 9 de agosto de 2008

Madrid es…

El texto nació de la pluma del Ramón por antonomasia, Gómez de la Serna, el amante de Madrid, y dice:

"Madrid es tener un gabán que abriga mucho y con el que se puede ir tranquilo hasta a los entierros con relente. Madrid es no admitir lo gótico. Madrid es la improvisación y la tenacidad. Madrid es quedarse alegre sin dinero y no saber cómo se pudo comprar lo que se tiene en casa. Madrid es un lugar de pocas palmeras. Madrid es presenciar cómo los churreros hacen los churros como si hiciesen monedas falsas, algo clandestino en la noche, pero legítimo en la mañana."

viernes, 8 de agosto de 2008

El vendedor de sonrisas

—¿Se trata de otro personaje que se te ocurrió para el libro de los loquitos, Manoliño?
—Es un personaje, Tolico, pero no de libro, aunque tal vez un poco loco porque pretende vivir de vender su sonrisa.
—¿Es un caradura o nos encontramos tan enfermos que necesitamos pagar para que un desconocido nos dedique una sonrisa?

jueves, 7 de agosto de 2008

Un paso de gigante

—Yo también quiero dar pasos de gigante, Manoliño.
—Mi querido Tolico: en los años ochenta, el mundo occidental promovió la sustitución de las grasas saturadas de origen animal por las grasas hidrogenadas, saludables a la luz de la ciencia de hace dos décadas. Hoy, son escasos los productos que no las incorporan, algunos con un despliegue publicitario costosísimo. Pues bien, en los más de veinte años transcurridos desde entonces, los investigadores advierten que no son inocuas, que dañan severamente el organismo y que pueden causar la muerte.
—¿Yo también las tomo? ¡Horror! Y si ya se sabe que perjudican de ese modo, ¿por qué no las prohíben?
—Supongo que porque no existe presión ciudadana. ¿Lees la lista de ingredientes cuando adquieres un producto? Nueva York, con sus sombras y sus luces, ya prohibió su uso; el estado de California, también, y otras ciudades y distritos…
—Y nosotros, ¿cuándo?

P.D.: palabras de gratitud a Glo en el post correspondiente.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Libertad, sí; pero responsabilidad, también

—Manoliño, Manoliño, ¡otro día sin post!
—Me encanta, Tolico, que no se te escape una, pero sabes que la ausencia de ayer se debió a que nuestro proveedor de acceso a Internet nos falló en su compromiso.
—¡Y dando botes porque el incidente se resolviese en unas horas! Pues, al grano, colega, que no veo por qué han de estar reñidas libertad y responsabilidad.
—Nuestro amigo Antonio y su familia son anfitriones por un año de un cachorro de perro guía de la ONCE al que cuidan y miman con esmero. Me lo recordó una noticia a través de la que la Institución solicita nuevos adoptantes. En paralelo, leo que una ciudadana californiana gastó más de cinco millones de pesetas en clonar a su perro. Claro que ha de tener libertad para quemar su dinero si lo desea, pero, ¿es responsable?

lunes, 4 de agosto de 2008

“Fuiste el primero que me dio la vuelta”

(Regreso de Elcano tras la epopeya de la circunnavegación)

Querido Tolico: en un día aciago socialmente por varios motivos como está siendo el de hoy, déjame volver los ojos a la Historia y recordar al irrepetible Juan Sebastián Elcano, que, en un día como el actual de hace 482 años, abandonaba la dimensión terrena después de completar el primer viaje de circunnavegación y recibir de Carlos I para su escudo de armas la leyenda que da título a esta entrada.

Elcano


domingo, 3 de agosto de 2008

Fallece Leopoldo Alas

Cuando supe de él, hace unos años, no pude evitar pensar en Clarín. Lo escuché a ratos en Radio 5 algún fin de semana y recuerdo su voz cálida y próxima. Acabo de leer que se fue, y muy joven. Curioseo en Internet en torno a su obra y apenas encuentro chicha. De lo que leo, me quedo con este pensamiento:

«Lo peor de todo es el miedo.
El miedo no nos deja vivir.
Es nuestro gran enemigo:
nos hace dóciles, cobardes y sumisos».

sábado, 2 de agosto de 2008

¿Cuna, además de tumba?

A las afueras de Camariñas, un poco más allá del campo de fútbol, a media tarde, subí monte a través por un camino sólo practicable por tractores, entre pinos, en completa soledad, destemido pero atento a cada sonido. Hacía bochorno y un poco de niebla. Después de un rato de subida, alcancé lo alto del monte y me encontré con la ermita de la Virxe do Monte (Virgen del Monte); estaba cerrada y únicamente pude disfrutar de su contemplación exterior y del entorno que desde allí se divisa: buena parte de la ría de Camariñas y, enfrente, difuminado por la niebla, el santuario de la Virxe da Barca (Virgen de la Barca), en Muxía. Me senté sin prisa y gocé de aquella paz que trajo a mi cabeza el monte Tabor.
A unos metros de la entrada a la capilla, atrae mi atención una muy pequeña lápida que recuerda que, desde allí volvieron a la naturaleza las cenizas de una mujer. Sus deudos la recuerdan cariñosamente. Del texto, entresaco este deseo: “…que las olas te besen, que las olas te abracen…”