Imagen de Wikipedia.
Querido Tolico:
Leo con pena y con espanto que una de cada cuatro papeleras madrileñas fue objeto de actos vandálicos el pasado año, lo que costó dos millones de euros a nuestros depauperados bolsillos; 66.500 contenedores corrieron igual suerte. Y, en todos los casos, sin que se aplicase multa ni castigo alguno a los culpables.
Conociéndote como te conozco, te imagino ideando algún sistema de medida que te permita calibrar el grado de enfermedad que sufren los vándalos en cuestión, los gestores de turno —ya sabes lo cómodo que resulta disparar con la pólvora del rey— y la sociedad a que pertenecen unos y otros. Mide todo lo que quieras, colega, pero no pierdas de vista el último informe de la OCDE: somos el país con más jóvenes que no estudian ni trabajan y, a pesar de los coladeros del sistema educativo, nuestra tasa de fracaso y abandono escolares dobla la de la Unión Europea, lo que asocian los especialistas con conductas antisociales, y lo que ya nos está pasando una factura cultural, social y económica de magnitud incalculable, astronómica.
Tal vez por todo esto, acaso para desviar la atención ciudadana de otros problemas igual de severos, vuelve a hablarse de pacto de Estado en materia educativa. Adivino tu gesto de incredulidad.
Leo con pena y con espanto que una de cada cuatro papeleras madrileñas fue objeto de actos vandálicos el pasado año, lo que costó dos millones de euros a nuestros depauperados bolsillos; 66.500 contenedores corrieron igual suerte. Y, en todos los casos, sin que se aplicase multa ni castigo alguno a los culpables.
Conociéndote como te conozco, te imagino ideando algún sistema de medida que te permita calibrar el grado de enfermedad que sufren los vándalos en cuestión, los gestores de turno —ya sabes lo cómodo que resulta disparar con la pólvora del rey— y la sociedad a que pertenecen unos y otros. Mide todo lo que quieras, colega, pero no pierdas de vista el último informe de la OCDE: somos el país con más jóvenes que no estudian ni trabajan y, a pesar de los coladeros del sistema educativo, nuestra tasa de fracaso y abandono escolares dobla la de la Unión Europea, lo que asocian los especialistas con conductas antisociales, y lo que ya nos está pasando una factura cultural, social y económica de magnitud incalculable, astronómica.
Tal vez por todo esto, acaso para desviar la atención ciudadana de otros problemas igual de severos, vuelve a hablarse de pacto de Estado en materia educativa. Adivino tu gesto de incredulidad.
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