Querido Tolico:
Ya sabes que el sector de las Telecomunicaciones arroja una tasa elevadísima de reclamaciones y, al parecer, el sistema no es capaz de meterlo en cintura. Sabiendo de la maldad que te caracteriza, intuyo tu sorna. Te cuento mi experiencia con Simyo.
Ya sabes que el sector de las Telecomunicaciones arroja una tasa elevadísima de reclamaciones y, al parecer, el sistema no es capaz de meterlo en cintura. Sabiendo de la maldad que te caracteriza, intuyo tu sorna. Te cuento mi experiencia con Simyo.
Pedí una tarjeta sim y me cargaron y enviaron cuatro. Rehusé tres y conseguir que me reembolsaran su importe me supuso realizar tres llamadas tres al correspondiente teléfono 902 de atención al cliente. Se corresponden con los números que aparecen al completo en la imagen ilustrativa del post. Después de varias semanas, y después de pedir a la empresa que los eliminara de mi panel, allí siguen presentes.
Resuelto el error de la compañía, en una segunda fase y en paralelo invité a hacerse de Simyo a una persona y cursé con la operadora la portabilidad de mi número de teléfono móvil de toda la vida. ¿Adivinas cómo evolucionaron los dos encargos? La persona invitada realizó a través de la web una recarga de diez euros y Simyo le hizo dos cargos por ese mismo importe. En el caso de mi portabilidad me realizó por duplicado el cargo correspondiente a la vez que insertó dos veces mi número (esa terminación 722 de la imagen) en mi panel. Simyo se saltó su propio protocolo y no me envió el SMS al que ellos se comprometen para avisarme de la fecha de cambio de un operador al otro. ¿Y quieres saber qué sucede con la devolución del cargo efectuado indebidamente? Después de tres correos electrónicos enviados a la dirección de atención al cliente y después de quince días transcurridos desde el primer correo, Simyo se halla missing, no responde ni sí ni no y tampoco devuelve los euros cargados indebidamente.
Mi querido Tolico: si yo conociera el silbo gomero no necesitaría de Simyo y me evitaría padecer sus dudosas prácticas comerciales y su deficiente atención al cliente.
Resuelto el error de la compañía, en una segunda fase y en paralelo invité a hacerse de Simyo a una persona y cursé con la operadora la portabilidad de mi número de teléfono móvil de toda la vida. ¿Adivinas cómo evolucionaron los dos encargos? La persona invitada realizó a través de la web una recarga de diez euros y Simyo le hizo dos cargos por ese mismo importe. En el caso de mi portabilidad me realizó por duplicado el cargo correspondiente a la vez que insertó dos veces mi número (esa terminación 722 de la imagen) en mi panel. Simyo se saltó su propio protocolo y no me envió el SMS al que ellos se comprometen para avisarme de la fecha de cambio de un operador al otro. ¿Y quieres saber qué sucede con la devolución del cargo efectuado indebidamente? Después de tres correos electrónicos enviados a la dirección de atención al cliente y después de quince días transcurridos desde el primer correo, Simyo se halla missing, no responde ni sí ni no y tampoco devuelve los euros cargados indebidamente.
Mi querido Tolico: si yo conociera el silbo gomero no necesitaría de Simyo y me evitaría padecer sus dudosas prácticas comerciales y su deficiente atención al cliente.
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