jueves, 30 de septiembre de 2010

¡Albricias!: «Tos» contentos


Mi querido Tolico:

Al día siguiente de la huelga general experimento igual sensación que con la resaca de las elecciones: todos contentos. Los sindicatos salvaron la cara, el Gobierno no sacó los pies del tiesto para no dejarlos en mal lugar y la ciudadanía continuamos aborregados. Total: padre nuestro para el carajo, con perdón, y a prepararse para sufrir las próximas embestidas del sistema. Cuando los franceses van ya por su tercera huelga general en pocas semanas, no tenemos el país que nos merecemos, tenemos un país infinitamente mejor de lo que nos merecemos.

miércoles, 29 de septiembre de 2010

Empleo indefinido para los trabajadores de Siemens-Alemania


Mi querido Tolico:

Intuyo que te estás preguntando si es tu colega quien fuma. Pues, no. Lee aquí la noticia.

¿Qué me dices? Estoy convencido de que no existe organización que pueda funcionar sin la complicidad de sus miembros, sin que sus trabajadores se sientan parte fundamental. Y parece que Siemens así lo entendió y lo aplica al tornillo que sujeta la capa del cielo, que diría Cesáreo, a la estabilidad en el puesto de trabajo. Puede ser mejor o menos bueno tu salario, pero la estabilidad te permite organizar la vida, planificarla, embarcarte en compromisos, contribuir a que se mueva la economía, lo que busca el mundo con denuedo.

Escribo estas líneas en el entorno de la hora bruja, cuando la huelga general inicia su andadura, y no puedo evitar recordar que Felipe González, allá por los primeros ochenta preguntó en el Congreso a Adolfo Suárez, a la sazón presidente del Gobierno, cómo podía conciliar el sueño con un millón de parados en el país.

El señor González, Tolico, parece situado en la derecha liberal y no me consta que haya preguntado al señor Rodríguez Zapatero cómo duerme teniendo una pesada carga de casi cinco millones de parados a sus espaldas.

Con las drásticas reformas que está acometiendo el Gobierno, sustentado por el Partido Socialista Obrero Español, España se sume en la indigencia más y más.

Por el bien de España, deseo fervientemente que la huelga, a la que modestamente me sumo, sea un éxito, aunque vistas algunas actitudes, tengo mis serias dudas.

domingo, 26 de septiembre de 2010

Razones por que me sumo a la huelga


Mi querido Tolico:

Cada cual atribuye a sus decisiones el peso y el alcance que estima. Para mí, participar o no en una huelga es una decisión seria, meditada, responsable, como votar o no hacerlo… Y en ocasiones, aun teniendo conciencia de ser utilizado, fui a la huelga, más de una vez de modo testimonial, como un garbanzo negro, la excepción entre 17 compañeros de mi centro de trabajo.

¿Cuál debería ser mi actitud ante esta convocatoria de huelga? Créeme si te digo que, a ratos, llevo tiempo analizando, reflexionando, buscando la decisión más sensata. Y efectúo ese análisis desde dos distintos planos:

¿Está justificada la realización de una huelga general? Una huelga significa el fracaso de la sociedad, pero como quiero responderte con claridad, he de decirte que no me cabe duda alguna, Tolico, de que sí; pero no ahora, sino hace mucho tiempo. Escribí en este blog que el señor presidente del Gobierno debería haberse dirigido a los ciudadanos para reconocer los errores cometidos, aceptar que dilapidó impuestos sin medida, que nos sumió en una deuda que seguirán pagando nuestros nietos; debería pedir perdón humildemente y anunciar la puesta en marcha de un plan de austeridad de verdad que combata tanto desatino y tanta deuda acumulada por todas las Administraciones. ¿Y cuál es la actitud del señor Zapatero? Tirar por el camino más corto y más sencillo: congelar las pensiones (discretitas en un elevado porcentaje de casos) y reducir el salario de los funcionarios. Luego, cercenar de raíz los derechos de los trabajadores hasta dejarnos al pairo; lo próximo está anunciado que será para antes de final de año y consistirá en endurecer las condiciones para acceder a la jubilación, lo que se traducirá en una ampliación de la edad laboral y en una menor pensión (la prensa de Internet recoge la intervención de un ministro calificando de «progresista» la reforma laboral y la próxima reforma del sistema de pensiones. ¡Será caradura!). Y como uno presenta un recorrido vital dilatado, no puedo evitar preguntarme: y para después, ¿qué más no tiene reservado? Estarás de acuerdo conmigo, colega, en que resulta justificadísima la convocatoria de una huelga general que revuelva los cimientos de esta seudodemocracia corrompida y putrefacta.

¿Tienen autoridad moral los sindicatos para realizar esta convocatoria? Ya expresé en el blog mi parecer acerca de los sindicatos y distinguí claramente el sindicato-empresa-maquinaria del sindicalismo que protagonizan los compañeros en el centro de trabajo. El sindicato-maquinaria, en general, se ha dejado engrasar de tal modo y ha ido tan de la manita del sistema que se ganó a pulso su pérdida de credibilidad y su falta de autoridad moral para efectuar la convocatoria. Si a esto le añadimos las informaciones (estoy seguro de que interesadas) publicadas por algunos medios de comunicación respecto de la negociación de los sindicatos con el gobierno central y con unas y otras comunidades autónomas respecto de los servicios mínimos a observar, el descrédito no aminora. Estás pensando, Tolico, que los sindicatos intentan lavarse la cara ante la sociedad pero con el suficiente cuidado como para no incomodar al sistema, lo que les resta legitimidad. ¡Qué horror! ¿Entonces? ¿Existe alguna institución en el país con autoridad moral y capacidad organizativa para convocar y llevar a la práctica una huelga general? No la conozco. Luego, aun aceptando la falta de legitimidad sindical, me siento obligado a aceptar su convocatoria.

Mi querido Tolico: desde el título del post tienes claro que me sumo a la huelga general del próximo miércoles día 29 de septiembre. Hago votos para que no resulte testimonial, como la de hace unas semanas, y, como consecuencia, para que haga reflexionar al señor presidente del Gobierno y lo lleve a actuar con sensatez y con sentido común. Amén.

domingo, 19 de septiembre de 2010

¿Fuma el señor presidente del Gobierno o le traiciona el subconsciente?

Imagen de Wikipedia.

Mi querido Tolico:

Gracias a Jorge una vez más por sus palabras. Me alegro infinito de que en sus travesías pueda seguir conectado con los suyos y con el día a día a través de Internet. ¡Enhorabuena!

Y ya, la entrada de hoy. Destapar las miserias de unos pudiera hacer pensar a algún malpensado que me alineo con los otros, y no es verdad; por desgracia, todos tienen mucha sarna que rascar. Unos y otros, tirios y troyanos, juegan con los ciudadanos arrimando el ascua a su sardina, buscando desesperadamente mantenerse en el borrico o subirse a él, y, mientras tanto, a todos se les llena la boca de babosadas que —no me cabe duda— calan en los respectivos incondicionales; en los que conservamos una brizna de espíritu crítico… Hoy le toca a quienes nos gobiernan.

Ha dicho el señor presidente del Gobierno que «Con Corbacho se ha disparado la protección al parado», y no puedo evitar preguntarme si habrá fumado o si, en el fondo, estima que se ha disparado, efectivamente, pero en negativo. A veces, traiciona el subconsciente.

Y mientras congelan las pensiones, reducen el salario a los funcionarios, cercenan de modo miserable los derechos del trabajador y preparan el endurecimiento de las condiciones para alcanzar la jubilación, ¿en qué gastan nuestros impuestos? Valóralo tú mismo, Tolico.

lunes, 6 de septiembre de 2010

«Rebelión en la granja» y la libertad de prensa


Mi querido Tolico:
Hoy, los grandes medios de comunicación inician nueva temporada, y el hecho me lleva a formularme una sencilla pregunta: ¿informan con objetividad los medios de comunicación?

Rebelión en la granja, de Orwell, fue editado en 1945, después de que cuatro editores rechazaran el original por razones diversas. En 1971, accidentalmente, fue descubierto el manuscrito del prólogo que el propio Orwell escribió para la obra y que tituló «La libertad de prensa». De ese prólogo manuscrito recojo el extracto realizado por el propio autor de la carta de respuesta de uno de los editores que rechazaron su obra (otros editores ni se tomaron la molestia de responderle):

Me refiero a la reacción que he observado en un importante funcionario del Ministerio de Información con respecto a Rebelión en la granja. Tengo que confesar que su opinión me ha dado mucho que pensar... Ahora me doy cuenta de cuán peligroso puede ser el publicarlo en estos momentos porque, si la fábula estuviera dedicada a todos los dictadores y a todas las dictaduras en general, su publicación no estaría mal vista, pero la trama sigue tan fielmente el curso histórico de la Rusia de los Soviets y de sus dos dictadores que sólo puede aplicarse a aquel país, con exclusión de cualquier otro régimen dictatorial. Y otra cosa: sería menos ofensiva si la casta dominante que aparece en la fábula no fuera la de los cerdos. Creo que la elección de estos animales puede ser ofensiva y de modo especial para quienes sean un poco susceptibles, como es el caso de los rusos.

¡Libertad de prensa! Realmente, ¿existía en aquel momento una prensa libre, neutral, equidistante…? Medio siglo largo después, ¿cual es el estado de la información?

Mi querido Tolico, entra a Internet, lee periódicos, escucha emisoras de radio, visualiza los informativos de las televisiones y dime si percibes libertad de información o sometimiento a quien paga, a sus intereses, a sus ideas, a… No me respondas, que no quiero ponerte en compromiso tal. Simplemente, déjate llevar. Observa, reflexiona y ya me responderás cuando nos encontremos.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

«… el polvo al polvo. Y toneladas de tierra para cegar…» (Javier Reverte)


Mi querido Tolico:

Después del paréntesis de estos días, vuelvo a nuestra correspondencia. A menudo estimamos que las vacaciones son tiempo de asueto, de relax, de desconectar, de cargar pilas…; en una palabra, tiempo de echarse a la bartola, y así es en muchos casos, y tal vez así debería ser, pero, ¿has caído en la cuenta de lo espantosamente breve que suele resultar la vida del ser humano?

Sí, amigo, he alcanzado ya la fase en que debo administrar mi tiempo con la mayor cordura posible. Y esa administración la aplico también a la lectura, con lo que releo, leo clásicos, leo lo que atrae mi atención y lo que me recomiendan personas que me conocen. Una de esas sugerencias me llevó a devorar casi de un tirón Venga a nosotros tu reino, de Javier Reverte, 527 espléndidas páginas en edición de bolsillo. Lee el libro, que estoy seguro de que te encantará. Mientras te haces con un ejemplar, te dejo estas perlas tomadas de la novela:

… hay que mirar para no olvidar.

… la moral en España se la han llevado los muertos.

¿Por qué la guerra tiene que ser un cálculo militar y no un súbito acto de coraje contra la injusticia?

¿A quién le importa hoy un muerto singular salvo a los que le amábamos?

Sentía nostalgia de los tiempos seguros […] y hasta alentaba un leve temor, por la incertidumbre de un presente sobre el que flotaban a su parecer sombras amenazadoras.

… los males debían ser atacados y extirpados de raíz.

No hay que presentarse con antelación a las citas, eso te quita importancia y hace creer a los otros que les rindes pleitesía; ni tampoco muy tarde, pues disminuye tu prestigio y te da fama de descuidado.

… las virtudes del cerebro eran como los músculos…

Un obispo tiene que aprender a caminar con majestuosidad, con el porte propio de su rango…

La vida es siempre una negociación para los que nacieron humildes.

… la Historia manda sobre los hombres.

… el huevo de la serpiente cría serpientes.

Cuando era un niño, allá en Galicia y después en Sevilla, decidí que no me inclinaría nunca más ante los poderosos, que alcanzaría a ser mi propio dueño. Señores habrá siempre, pues es cosa de la naturaleza humana, y el propio Dios no nos hizo iguales, sino hermanos. Pero una cosa es acatar su jerarquía y otra humillarse ante ellos. Yo sirvo a los intereses de los amos, pero por encima de ellos está Dios, y yo represento a Dios en esta diócesis y son ellos quienes se inclinan ante mí. Soy una especia de capataz del espíritu […] ¿Y sabes qué hacemos los capataces del espíritu? Servimos a los señores sin inclinarnos, mientras que todos los otros siervos se inclina delante de nosotros y, en ocasiones, los propios amos se arrodillan ante nuestra presencia durante los actos sagrados.

… el estudio es la base de todo poder.

Que las lágrimas de tus oyentes sean tus alabanzas.

Stefan pensaba que España era un país de católicos criados a la fuerza sobre una fe no sentida, que vivía rodeado de agnósticos despreocupados de diablos crecidos al arrimo de un Dios exigente.

No se puede fusilar a una sombra.

Y el dinero mueve tantas montañas como la fe.

… el instinto es patrimonio de los viejos…

La historia es un asunto gigantesco, parece algo inventado por locos ansiosos de sangre.

Pienso que es poco sensato no tener una idea precisa de las teorías de los adversarios y guiarse sólo por ideas preconcebidas, no contrastadas. Saber quién es en realidad el enemigo es la mejor manera de combatirle.

Siempre he tratado de provocar que los inferiores me teman, muchacho: es la mejor forma de que no se rebelen contra ti o pongan trampas en tu camino.

… nos movemos entre asnos, algunos de los cuales son muy poderosos y pueden soltar coces como obuses. La sabiduría es necesaria, y muy necesaria, como bien dices, para vencer al enemigo…

… hay circunstancias y períodos de la Historia en que la sabiduría debe ocultarse.

Muchacho, no dejes de aprender, pero guarda para ti lo que sabes.

… lo que produce el pavor de los hombres es el fracaso de sus vidas. Quienes sabemos eso podemos sobrevivir por encima del temor ajeno. Y estamos obligados a fomentar ese miedo a la vida en el corazón de los otros para ser más fuertes, administrando el perdón a nuestra conveniencia y cargándolos con el peso de la culpa. Debemos también, por eso mismo, amar el poder.

Para el poder, no existe la piedad. Sólo la culpa.

El universo del poder es frágil, muy frágil.

… la lealtad más sólida nace del chantaje.

Nuestra seguridad depende apenas de un soplo de aire […] Es el azar quien lo gobierna todo…

La vanidad es como un globo que puede reventar si le insuflas una gota más del gas que puede tolerar.

… el polvo al polvo. Y toneladas de tierra para cegar…

… los sentimientos nos hacen frágiles. ¿Cómo te has dejado vencer, por qué te has abandonado y permitido que gobernara el caballo sobre ti en lugar de reventarlo? Prende ahora la llama de tu furia, que se avive el fuego de tu odio.

Pero ¡ten cuidado! No consientas a la ira que se fatigue en su propio ardor. ¡Sujétala, enfría tu ánimo, calcula! ¡Sé implacable, no le abras un espacio a la piedad para que subsista! ¿Qué quieres? ¿Ser vencido? ¿Ver esfumado tu poder? Deja a tu razón que discuta con tu cólera. ¡Y vence!

… el arte tiene el derecho de corregir a la Naturaleza;