—Tolico: una madre preocupada por el futuro de su hijo y harta del “carácter difícil y desobediente” que presenta, le regala un bofetón, por el que es condenada a 45 días de prisión y a no acercársele en un año. Dicen los técnicos que la sentencia se ajusta estrictamente a derecho, lo que llevaría a pensar a un lego en la materia que la norma en que se basa está fuera de la realidad. Pues bien, la sociedad no entiende la sentencia, pero no importa, porque la Fiscalía pide una pena mayor para la desgraciada progenitora. En tu mundo, colega, ¿cómo resolvéis situaciones así?
—Del modo más fácil, Manoliño: aplicando el sentido común.
—Del modo más fácil, Manoliño: aplicando el sentido común.
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