martes, 23 de diciembre de 2008

Después de la lotería, vuelta a la realidad

—Por asociación de ideas, Manoliño, ¿qué tal la lotería?
—Ya sabes, Tolico, que jugar por necesidad es perder por obligación; así que, nada nuevo. La lotería, colega, da un respiro al sistema, entretiene al respetable, estimula, crea expectativas…, para, unas horas después, hacerle despertar de esa anestesia, de ese mundo de ensueño, y obligarle a afrontar la dura realidad.
—Hace un año, Manoliño, ya dedicamos una entrada a glosar los juegos de azar, y recogimos el pensamiento irónico de Camba al respecto. Escuché uno de estos días que esos juegos representan una importantísima fuente de ingresos para el sistema, y cuando hace un rato lo comentaba con Asi, me refirió le percepción que de la esperanza tiene un pueblo tan vapuleado como el polaco: “La esperanza es la madre de los estúpidos”.

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