—Hoy, de tranquis, colega, que de cuando en cuando es necesario desconectar. Por cierto, ¡qué jod… los Erasmus, Manoliño!
—Tolico, que puedes ganarte una enemistad.
—¡Por Dios! Lo digo con admiración. Yo, en mi próxima existencia, me propondré realizar un Erasmus en Sevilla.
—Que yo sepa, colega, Sevilla todavía es España, y el Erasmus implica desplazarse al extranjero.
—Como siempre, ¡qué simple, Manoliño! ¿Es que no te das cuenta de que más allá de estas cuatro paredes ya es el extranjero para mí? Y Sevilla…, el fin del mundo.
—Y, ¿por qué Sevilla, Tolico?
—Porque Sevilla es la capital del Erasmus italiano. ¿Te imaginas? Pajaritas y más pajaritas italianas anhelantes de la pasión española. Y yo, ¡no podría negarme! ¿Sabes lo que te digo? Que no espero a la próxima vida; mañana, ¡residencia en Sevilla!
—Tolico, que puedes ganarte una enemistad.
—¡Por Dios! Lo digo con admiración. Yo, en mi próxima existencia, me propondré realizar un Erasmus en Sevilla.
—Que yo sepa, colega, Sevilla todavía es España, y el Erasmus implica desplazarse al extranjero.
—Como siempre, ¡qué simple, Manoliño! ¿Es que no te das cuenta de que más allá de estas cuatro paredes ya es el extranjero para mí? Y Sevilla…, el fin del mundo.
—Y, ¿por qué Sevilla, Tolico?
—Porque Sevilla es la capital del Erasmus italiano. ¿Te imaginas? Pajaritas y más pajaritas italianas anhelantes de la pasión española. Y yo, ¡no podría negarme! ¿Sabes lo que te digo? Que no espero a la próxima vida; mañana, ¡residencia en Sevilla!
1 comentario:
Estos Erasmus... si que saben! Yo de mayor también quiero ser Erasmus!
Publicar un comentario