Cuando el amor os llame, seguidlo.
Aunque su camino sea duro y penoso.
Y entregaos a sus alas que os envuelven.
Aunque la espada escondida entre ellas os hiriera.
Y creed en él cuando os hable.
Aunque su voz aplaste nuestros sueños, como hace el viento del norte, el viento que arrasa los jardines.
Porque, así como el amor os da gloria, así os crucifica.
Así como os da abundancia, así os poda.
Así como se remonta a lo más alto y acaricia vuestras ramas más débiles, que se estremecen bajo el sol.
Así caerá hasta vuestras raíces y las sacudirá en un abrazo con la tierra.
Khalil Gibran, en El Profeta
Aunque su camino sea duro y penoso.
Y entregaos a sus alas que os envuelven.
Aunque la espada escondida entre ellas os hiriera.
Y creed en él cuando os hable.
Aunque su voz aplaste nuestros sueños, como hace el viento del norte, el viento que arrasa los jardines.
Porque, así como el amor os da gloria, así os crucifica.
Así como os da abundancia, así os poda.
Así como se remonta a lo más alto y acaricia vuestras ramas más débiles, que se estremecen bajo el sol.
Así caerá hasta vuestras raíces y las sacudirá en un abrazo con la tierra.
Khalil Gibran, en El Profeta
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