martes, 28 de octubre de 2008

Lo viejo y lo nuevo

(Fotografía de La Voz)




—¡Lo viejo y lo nuevo! Eres un retrógrado, Manoliño. No te atreves a condenar lo nuevo, lo que no controlas o no controlas suficientemente, y añoras lo viejo. Y yo que confiaba en ti y te tenía en lo alto… ¡Qué desilusión!
—Créeme, Tolico, colega, si te digo de corazón que lamento tu desilusión. Para bien o para mal, tú eres como eres, y yo, también. Pero la realidad, una vez más, supera a la ficción. Y hete aquí que Mary Joyce, como en las viejas narraciones de aventuras, introdujo un mensaje en una botella desde el buque escuela canadiense Picton Castle y los lanzó al mar. Ocho días después, Jesús Manuel recoge en Ortigueira la botella con el mensaje.
—¡Qué increíble, Manoliño:
fantasía y realidad, de la mano!

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