jueves, 5 de febrero de 2009

Que se imponga el sentido común

En el Edén

—¿Qué te preocupa, Tolico?
—No hago más que darle vueltas y, por más vueltas que le doy, no logro entenderlo.
—Aclárate.
—¿Es condenable que un ser se ofrezca a ayudar a otro?
—¿Estás tonto? Lo que nos sobra es individualismo y egoísmo. Querido amigo: ojalá se extendiese por el mundo una pandemia de empatía y solidaridad, pero, ¿quieres decirme a qué viene todo esto?
—Yo quiero aprender a rezar, Manoliño. No sé si rezar ayuda o no a los demás; de lo que estoy seguro es de que no perjudica a nadie si se hace desde lo profundo del corazón. Me solidarizo con Carline Petrie y, con su marido, pido que se imponga el sentido común.

No hay comentarios: