lunes, 20 de octubre de 2008

Cuestión de pulso

—¿Tienes problemas de pulso, Manoliño?
—Creo que no, Tolico, ¿y tú?
—Yo, Tolico, ¿problemas de pulso? ¡Quiá! Yo tomo un lapicero con el pico y pinto sin problema alguno lo que se tercie. ¿Es suficiente?
—No te justifiques, colega. Es que, nuestro alcalde, que sueña con reformar el eje Prado-Recoletos, aplaza las obras.
—Mejor, ¿no?
—Sí, pero amenaza con volver a la iniciativa cuando Madrid “recobre el pulso financiero”.
—¡Ay, Manoliño! Salta a la vista que esa reforma debe de ser multimillonaria, y no se atreve.
—¿Multimillonaria, Tolico? Don Alberto, cuando peleaba con el señor Leguina por conseguir la presidencia de la Comunidad Autónoma, esgrimía como argumento contundente que la Comunidad de Madrid era la más endeudada de este patio de vecindad en que se convirtió nuestra España. Cuentan las crónicas que cuando tomó posesión del Ayuntamiento de Madrid, nuestra deuda era la mitad de la que tenía comprometida el municipio barcelonés, y hoy supera a la de la media docena de capitales españolas más importantes.
—Te veo venir, Manoliño, igual que si te hubiera parido: te preguntas cuál será la magnitud económica de la reforma para que el señor alcalde eche el freno a su sueño.
—Y lo que se nos viene encima, colega, la nueva ordenanza de basuras, que podría reportarnos un nuevo impuesto, la ecotasa, y justas penalizaciones a los vecinos incívicos.
—No me digas más, Manoliño, porque quiero alcanzar el titular: cuestión de pulso. Y déjame enviar un guiño a mi amigo Asi: colega, enlaza aquí.

2 comentarios:

Unknown dijo...

¡Claro que sí! Arriba los hombres-anuncio, los reparte-papeletas y demás trabajos "basura" que nos ayudan a sacarnos unas pelas extra. Nuestro señor alcalde lo considera indigno, pero él no necesita dinero y no sabe que para muchos, al menos, es una opción.

Por cierto, hoy he descubierto una cafetería en el barrio judío que es increíble, muy inspiradora y acogedora. Además tiene wifi gratuito. Me he planteado empezar a ir algunas tardes allí con el portátil a escribir y ver que surge, estilo J.K.Rowling jeje quién sabe...

Manuel Ríos dijo...

¡Ole! Tolico no pierde la esperanza de leer a un gato polaco.