(Imagen de Wikipedia)
—El título promete, Manoliño. Curioso artilugio el embudo: un extremo, amplísimo; y el otro, sumamente pequeño. ¿Quién lo habrá ideado? ¿Por qué lo traes al blog?
—Desde hace unos años, Tolico, las conquistas sociales que los trabajadores habíamos conseguido a base de lucha titánica, riesgo sin cuenta y supongo que logradas con mucho miedo, son socavadas intermitentemente. Cada ataque, convenientemente orquestado y justificado por el sistema, se lleva una dentellada. En estos días, al socaire de la crisis y amparándose en ella, desde distintos flancos se está procediendo a una nueva ofensiva. En última instancia, se persigue poder despedir libre y gratuitamente al trabajador, una plaga que afectaría a la parte más débil, desasistida y numerosa del sistema.
—He aquí la eterna lucha, Manoliño, la lucha del desvalido por asomar la cabeza, por tomar aire para, acto seguido, volver a la batalla. ¿Y la otra cara de la moneda?
—La otra cara, Tolico, está representada por esa legión de directivos, trabajadores de lujo a los que el sistema no mide como a los demás, a los que el sistema blinda impunemente en sus suntuosas butacas.
—¿Y la igualdad, Manoliño?
—¿Y la ley del embudo, Tolico?
—Desde hace unos años, Tolico, las conquistas sociales que los trabajadores habíamos conseguido a base de lucha titánica, riesgo sin cuenta y supongo que logradas con mucho miedo, son socavadas intermitentemente. Cada ataque, convenientemente orquestado y justificado por el sistema, se lleva una dentellada. En estos días, al socaire de la crisis y amparándose en ella, desde distintos flancos se está procediendo a una nueva ofensiva. En última instancia, se persigue poder despedir libre y gratuitamente al trabajador, una plaga que afectaría a la parte más débil, desasistida y numerosa del sistema.
—He aquí la eterna lucha, Manoliño, la lucha del desvalido por asomar la cabeza, por tomar aire para, acto seguido, volver a la batalla. ¿Y la otra cara de la moneda?
—La otra cara, Tolico, está representada por esa legión de directivos, trabajadores de lujo a los que el sistema no mide como a los demás, a los que el sistema blinda impunemente en sus suntuosas butacas.
—¿Y la igualdad, Manoliño?
—¿Y la ley del embudo, Tolico?
1 comentario:
Cruzando los salitrales
uno se muere de sed.
Aquello es puro desierto
Y allí no hay nada que hacer.
Trabajo, quiero trabajo
Porque esto no puede ser
Un día veré al desierto
Convertido en un vergel.
El río es puro paisaje,
Lejos sus aguas se van,
Pero mis campos se queman
Sin acequias ni canal.
Trabajo, quiero trabajo,
Porque esto no puede ser,
Un día veré a mi campo
Convertido en un vergel.
Las entrañas de la tierra
Va el minero á revolver.
Saca tesoros ajenos
Y muere de hambre después.
Trabajo, quiero trabajo
Porque esto no puede ser.
No quiero que mis hijos pasen
Las penas que yo pasé.
Despacito, paisanito,
Despacito y tenga fe,
Que en la noche del minero
Ya comienza á amanecer.
Trabajo, quiero trabajo,
Porque esto no puede ser.
Ésto es lo que cantaban nuestros padres mientras trabajaban de sol a sol, y ésto es lo que esperan que canten nuestros hijos mientras siguen trabajando de sol a sol.
¿O quizá, mejor si cantan esta otra?
Duerme, duerme, negrito
Que tu mama está en el campo, negrito
Duerme, duerme, mobila
Que tu mama está en el campo, mobila
Te va traer codornices Para ti.
Te va a traer rica fruta Para ti
Te va a traer carne de cerdo Para ti.
Te va a traer muchas cosas Para ti.
Y si el negro no se duerme viene el diablo blanco
Y zas le come la patita
Chacapumba, chacapumba, apumba, chacapumba.
Duerme, duerme, negrito
Que tu mama está en el campo, Negrito
Trabajando
Trabajando duramente, (Trabajando sí)
Trabajando e va de luto, (Trabajando sí)
Trabajando e no le pagan, (Trabajando sí)
Trabajando e va tosiendo, (Trabajando sí)
Para el negrito, chiquitito.
Trabajando sin descanso sí.
Olivo.
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