—¡Bárbaros, que sois unos bárbaros!
—Matiza, Tolico, que cuando te exaltas…
—Si la información responde estrictamente a la realidad no merecéis el aire que respiráis: una pareja de universitarios y un pretendiente despechado que espera durante horas a la pretendida a la puerta de su trabajo para quemarle la cara con ácido y la deja ciega. Ella viajará a Irán para aplicarle la ley del talión…
—Hace ya un año reflexionamos en torno a esa ley. ¡Qué dura y compleja debe de resultar la responsabilidad de los jueces de verdad, de vocación, de corazón!
—Paparruchas, Manoliño. ¿Qué hace el hortelano con la mala yerba?
—Matiza, Tolico, que cuando te exaltas…
—Si la información responde estrictamente a la realidad no merecéis el aire que respiráis: una pareja de universitarios y un pretendiente despechado que espera durante horas a la pretendida a la puerta de su trabajo para quemarle la cara con ácido y la deja ciega. Ella viajará a Irán para aplicarle la ley del talión…
—Hace ya un año reflexionamos en torno a esa ley. ¡Qué dura y compleja debe de resultar la responsabilidad de los jueces de verdad, de vocación, de corazón!
—Paparruchas, Manoliño. ¿Qué hace el hortelano con la mala yerba?
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