martes, 20 de mayo de 2008

Bartolo necesita vacaciones

—Debo de estar haciéndome viejo, Manoliño.
—¿Por qué lo dices?
—Porque pienso a menudo en las vacaciones.
—Tolico: ¡Cómo me gustaría ser un desconsiderado y devolverte todas las collejas que me propinas cuando me llamas viejo y demás lindezas!
—Ya sabes que es sin intención, Manoliño. Y, para que te convenzas, te invito a que nos aireemos unos días en plena naturaleza, en un entorno idílico a orillas del Danubio… ¿Qué me dices?
—Tal y como lo describes, pinta bien, aunque el Ritz londinense —al que nos referimos hace poco— tampoco sería mala opción.
—Mientras estudiamos el calendario y decidimos fechas, visita la página web del hotel.

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