—¿Te has vuelto loco, Tolico? ¿A qué viene esta furibunda declaración de guerra a unos seres que nos proporcionan alimentos casi indispensables en nuestra vida como son la carne y la leche?
—De eso se trata precisamente, Manoliño: de nuestra vida. ¿Puedo saber qué lees? Porque yo te veo entretenido con el periódico, ¿o es que te limitas a pasar hojas? ¡Hay que ocuparse de lo verdaderamente importante!
—Al grano, colega.
—Las vacas son las responsables, en gran medida, de la emisión a la atmósfera de los gases de efecto invernadero, especialmente metano, del deterioro de la capa de ozono, del cambio climático…
—No sigas, Tolico, o acabarán siendo responsables hasta del descubrimiento de América.
—De eso se trata precisamente, Manoliño: de nuestra vida. ¿Puedo saber qué lees? Porque yo te veo entretenido con el periódico, ¿o es que te limitas a pasar hojas? ¡Hay que ocuparse de lo verdaderamente importante!
—Al grano, colega.
—Las vacas son las responsables, en gran medida, de la emisión a la atmósfera de los gases de efecto invernadero, especialmente metano, del deterioro de la capa de ozono, del cambio climático…
—No sigas, Tolico, o acabarán siendo responsables hasta del descubrimiento de América.
Las vacas, responsables
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