Qué real la reflexión de don Gregorio: mientras Bartolo vuela hacia la NASA, porque la NASA le fichó de verdad, Manoliño sigue dando vueltas a su Costa de la Muerte y no puede evitar reproducir una cita de don Camilo que alude a los cientos de barcos allí zarandeados por la naturaleza o tal vez por el destino porque, ¿dónde termina una y comienza el otro?
“La tumba de las aguas es anónima y no se puede sembrar de cruces, ni de epitafios ni de flores”.
(Cela, en Madera de boj)
“La tumba de las aguas es anónima y no se puede sembrar de cruces, ni de epitafios ni de flores”.
(Cela, en Madera de boj)
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