—Resuena todavía en mis oídos, querido Tolico, un viejo mensaje publicitario que decía algo así como: Coruña, la ciudad donde nadie es forastero.
—Y hete aquí, Manoliño, que, de cundir el ejemplo, no quiero pensar en lo que sucedería.
—El titular resulta gracioso, colega; la fotografía que ilustra la noticia echa para atrás, y el desarrollo de la información resulta increíble.
—Hoy soy yo quien te tranquiliza, Manoliño: seguro que el equívoco está ya resulto y los coruñeses podrán atender sin preocupación su diario quehacer, y los viajeros se solazarán disfrutando del paseo de La Marina con sus casas de galerías acristaladas mirando al mar, de María Pita, de los Cantones, de...
—Y hete aquí, Manoliño, que, de cundir el ejemplo, no quiero pensar en lo que sucedería.
—El titular resulta gracioso, colega; la fotografía que ilustra la noticia echa para atrás, y el desarrollo de la información resulta increíble.
—Hoy soy yo quien te tranquiliza, Manoliño: seguro que el equívoco está ya resulto y los coruñeses podrán atender sin preocupación su diario quehacer, y los viajeros se solazarán disfrutando del paseo de La Marina con sus casas de galerías acristaladas mirando al mar, de María Pita, de los Cantones, de...
Amplía la información
No hay comentarios:
Publicar un comentario