jueves, 3 de enero de 2008

En torno a la libertad

Querido Tolico:
Escribe don Miguel: "La libertad, Sancho, es uno de los más preciados dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre: por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida; [...] ¡Venturoso aquel a quien el cielo dio un pedazo de pan sin que le quede obligación de agradecerlo a otro que al mismo cielo!"
Observas curioso más que reflexivo la cita cervantina y, aunque no me lo expreses con palabras, intuyo que no te apetece profundizar en asunto de tal enjundia. Aun así, permíteme insistir, Bartolo: ¿Cuál es tu idea de libertad? No, por favor, no me respondas con otra pregunta, que el gallego soy yo. Te referiré la primera acepción que le adjudica la última edición electrónica del diccionario de la RAE: "Facultad natural que tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, por lo que es responsable de sus actos". Pero, ¡qué malandrín eres! Me dices que la percepción de la RAE respecto de la libertad no va contigo y te quedas tan fresco. Y yo debo aceptártelo, que por algo somos colegas.
Estimo que el Príncipe de los Ingenios no debió de sentirse muy libre en poder de los berberiscos ni tampoco en la cárcel Real de Sevilla, a la que llega tras su etapa como recaudador de impuestos por tierras de Écija, pero es sensiblemente diferente aventurar la vida en la realidad a hacerlo en la realidad virtual. ¡Feliz tú, Bartolo, que prefieres no darte por aludido en asunto tan relevante! No me extraña en absoluto, que en 55 años de existencia no tengo conciencia de haberme cruzado con ser humano alguno auténticamente libre.

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