lunes, 7 de enero de 2008

Infinita estupidez

Tolico:
Estos días de asueto tocan a su fin y es hora de disponer el ánimo para reenganchar en el día a día. No me hables del siguiente paréntesis, que no quiero saber lo lejos que se encuentra. No obstante, permíteme preguntarte acerca de cómo te gustaría disfrutarlo o, ¿todavía no te lo has planteado?
—Yendo a Ucrania.
—Un poco lejos, ¿no?
—Tú, que se te llena la boca de hablar de la aldea global, ¿me dices lejos?
—¿Qué se te perdió en Ucrania?
—¡Chernobyl!
No estás loco, sino rematadamente loco, Bartolo. Ya sé que posees tu buena capacidad de riesgo —si hasta te fuiste de casa en una ocasión—, pero visitar la central nuclear de Chernobyl se sale de la cuadrícula. Debe de ser legítima la propuesta de la agencia de viajes que organiza semejante desatino, pero, ¿es lícita? El riesgo de radiación es brutal y la contaminación se mantendrá por espacio de 300.000 años. No te ofendas, colega, que ésta es una reflexión para mí: Einstein ya advirtió que “Sólo dos cosas son infinitas, el universo y la estupidez humana”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Unos se van a Ucrania y otros a Polonia...
Se libre Bartolo!