miércoles, 13 de febrero de 2008

Excentricidades

—Querido Manoliño…
—¿De nuevo, Bartolo? Ya sabes cuánto me molesta que tomes la iniciativa…
—Pero si era para felicitarte, que el título promete.
—A veces, Tolico, vibramos en ondas distintas, porque, ¿en qué pensaste cuando lo leíste?
—No me machaques, colega, que de ti puedo esperar cualquier cosa.
—¡Resultas incorregible, Bartolo! ¡Al grano! Si yo te digo Nicole Kidman, ¿qué respondes?
—Algo que no te va a gustar, Manoliño, que a mí no me la das. Intuyo que el nombre te suena, pero no lo sitúas, y has ido a Wikipedia a informarte. ¡Chincha! Mi felicitación porque hoy me lo estás poniendo en bandeja. ¿Qué le sucede a la Kidman?
—Pínchame lo que quieras, Tolico, que tampoco toca hoy. Pues bien, doña Nicole puede sentirse satisfecha porque un bañador que olvidó en la piscina alcanzó un valor equivalente al de nueve vacas, rumiantes que aliviarán la pobreza de unas familias indias.
—¡Manoliño, no sesgues la noticia!
—¡Déjame que respire, colega! El subastero de la prenda pretende hacer de ella un objeto de museo cuya exhibición le reporte un dinerito que destinará a comprar más vacas.
—Cuéntame lo del matrimonio inglés, que me encanta.
—En síntesis, Bartolo, Jonathan y Jacqueline adquieren los asientos de tren que ocupaban cuando se conocieron recientemente, ya cincuentones.
—¡Ay, Manoliño, las locuras del amor! Permite que yo aporte mi granito. Me sugiere Asier que, vía Alt 1040, acceda a La Tejedora y finalmente al blog de Jane —desaparecido en combate—, que recibió no sé qué cantidad de miles de visitas morbosas en unas horas porque, supuestamente, decidió que se suicidará a 90 días vista y, mientras tanto, deja sus reflexiones al orbe.
—Unos y otros, en el fondo, están llamando la atención.
—Ahí quería yo llegar, Manoliño. ¿Cuál es mi objetivo en el blog? Deja que yo responda, no sea que lo estropees. Mi objetivo es alcanzar el grado de popularidad a que tengo derecho y que, por tanto, me merezco. Así que, ya estás montando alguna excentricidad que difunda mi existencia por todo el mundo. ¡He dicho! Por cierto, a nuestros amigos Anónimo y Viajero les dejo unas palabritas a sus respectivos comentarios, que contigo no puedo contar. Y las lectoras, ¡a ver si intervienen también!

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