domingo, 24 de febrero de 2008

Setenta años de “Nanas”

Querido Tolico: A no más de cien metros de la casa en que vivió Celso Emilio Ferreiro, en la calle del Conde de Peñalver esquina a la de Juan Bravo, en un viejo e inmenso edificio de ladrillo vista y techos altísimos habilitado hoy como residencia geriátrica, el curioso puede detenerse ante la placa que reproducimos. En unos meses, las Nanas cumplirán setenta años. Reléelas y caerás en la cuenta de que se comentan solas.
Desde esta esquina de la aldea global, nuestro particular recuerdo a Miguel Hernández, el orgullo de todos los cabreros.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hacía tiempo que no leía la nana de la cebolla, es triste pero muy
especial.

Un besazo para el gato polaco


Tu risa me hace libre,
me pone alas.
Soledades me quita,
cárcel me arranca.
Boca que vuela,
corazón que en tus labios
relampaguea.

Es tu risa la espada
más victoriosa,
vencedor de las flores
y las alondras.
Rival del sol.
Porvenir de mis huesos
y de mi amor.