—Querido Bartolo: ¿Cómo marchan hoy esos ánimos?
—No puedo quejarme, colega.
—Y la próstata, ¿qué tal, Tolico?
—Decididamente, Manoliño, estás por provocarme, y voy a adoptar tu actitud, o sea, no prestarte atención, que, si no fumas, lo parece. Por cierto: la tuya, ¿qué tal marcha, bonito?
—Parece claro que, algunos días, tu sentido del humor deja que desear, Bartolo.
—Déjate de tonterías y vayamos al asunto del día, Manoliño.
—Hoy, el comentario va de próstatas.
—No me cabe duda alguna de que estás tonto, tío.
—¿Cómo voy a discutirte semejante afirmación? Tú me ves con tus gafas y yo debo respetar tu apreciación, que ser colegas, obliga. Y entro ya en materia. Leo estos días que la sociedad británica estima escaso el número de servicios públicos, y yo me pregunto: ¿quién puede llegar a semejante conclusión?
—La respuesta es obvia, Manoliño, quien necesite hacer uso de ellos.
—Es decir, las próstatas.
—¡Y dale, Manuel!
—Pues bien, las autoridades valoraron positivamente una experiencia piloto y estudian extenderla a todo el país. Si la pusiesen en marcha, créeme que supondría una auténtica liberación para más de cuatro próstatas.
—Estás como una cabra, Manoliño.
—Así me gusta verte, Tolico, con tu auténtico sentido del humor. Por cierto: ¿imaginas aquí una iniciativa semejante?
—No puedo quejarme, colega.
—Y la próstata, ¿qué tal, Tolico?
—Decididamente, Manoliño, estás por provocarme, y voy a adoptar tu actitud, o sea, no prestarte atención, que, si no fumas, lo parece. Por cierto: la tuya, ¿qué tal marcha, bonito?
—Parece claro que, algunos días, tu sentido del humor deja que desear, Bartolo.
—Déjate de tonterías y vayamos al asunto del día, Manoliño.
—Hoy, el comentario va de próstatas.
—No me cabe duda alguna de que estás tonto, tío.
—¿Cómo voy a discutirte semejante afirmación? Tú me ves con tus gafas y yo debo respetar tu apreciación, que ser colegas, obliga. Y entro ya en materia. Leo estos días que la sociedad británica estima escaso el número de servicios públicos, y yo me pregunto: ¿quién puede llegar a semejante conclusión?
—La respuesta es obvia, Manoliño, quien necesite hacer uso de ellos.
—Es decir, las próstatas.
—¡Y dale, Manuel!
—Pues bien, las autoridades valoraron positivamente una experiencia piloto y estudian extenderla a todo el país. Si la pusiesen en marcha, créeme que supondría una auténtica liberación para más de cuatro próstatas.
—Estás como una cabra, Manoliño.
—Así me gusta verte, Tolico, con tu auténtico sentido del humor. Por cierto: ¿imaginas aquí una iniciativa semejante?
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