martes, 29 de enero de 2008

Mascotas virtuales

—Querido Manoliño…
—¡Bartolo, que el escribiente soy yo!
—¿Escribiente? Desagradecido, di mejor.
—¡Qué fuerte! ¿Debo tomarte a broma, prescindir de tu colaboración en el blog, romper contigo o qué sé yo? A ver, ¿por qué soy un desagradecido, según tú?
—Porque, cualquier profesional con la cabeza sobre los hombros no dejaría de aludir a su patrono tal fecha como ayer, máxime cuando te proporciona un día, ¿cómo dices? ¡Ah, sí, un día no lectivo!
—¿Y qué te hace suponer que responderé a tus provocaciones, Tolico? Créeme que valoro la conveniencia de prescindir de ti y continuar con el blog en solitario.
—Atrévete si tienes arrestos y veré cómo te hundes en el ostracismo más atroz.
—Podría comprar una mascota.
—Comprar, comprar. ¡Qué pena! ¿Crees, acaso, que todo en la vida es cuestión de dinero, que todo puede comprarse? Las mascotas prestan servicios inapreciables a niños enfermos y a ancianos; en los demás casos, mayoritariamente, dejan traslucir una necesidad, una carencia en el titular. ¿Cuál es la tuya? ¿Engañar a mis lectores porque te resulto incómodo? Compra una mascota, Manoliño, y, finalmente, el mundo sabrá quién eres de verdad; porque, el trato que el ser humano dispensa a un animal permite vislumbrar la auténtica personalidad de su dueño. ¿Dueño? ¿Dueño de qué? Si me descuido, acabaré utilizando tu lenguaje.
—Gracias, Tolico, por resolverme la entrada del día. Anda, pon la guinda.
—¿Quieres más todavía? Prescinde de mí si ése es tu deseo y adopta un pájaro, un pez, un gato, un perro… o el animal que quieras, pero ¡virtual!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues dicho y hecho, he "clickeado" en el acceso a "Adopt a Pet", jeje. Me parece curioso que con un click vaya uno a lugares donde hasta se puede adoptar ua mascota virtual, y... ¿de dónde se saca toda esa información? ¿Cómo se consigue saber que se puede adoptar a una mascota por internet? Soy de este mundo, pero no paso demasiado tiempo en internet, pero me fascina lo que hay en él (sobretodo páginas tan... como decirlo... sencillas como la de Manuel Ríos, pero no por sencilla curiosa y agradable, y no quiero hacer la pelota, de verdad). Pues a lo que iba, que nada más entrar... me lo pienso dos veces, adoptar una mascota virtual, si luego por mi trabajo no tendré internet a diario para cuidarla, si a lo mejor no me puedo dar de baja en el servicio porque ya no recordaré las contraseñas que usé para darme de alta; en fin, que he vuelto a la página del señor Mauel Ríos, que me parece menos "virtual", y no más lejos de la realidad, las mascotas reales también merecen tu tiempo, mimo, apoyo y dedicación. No se puede dar de baja uno cuando quiere tan fácilmente, ni en lo virtual, ni en lo real, hay que meditar y luego actuar. Saludos, Jorge.