—Querido Bartolo: mientras mantengas esa actitud típica de cascarrabias que tú mismo reconoces, te apeo el Mi de Mi querido Bartolo, y espérate que no lo deje únicamente en Bartolo.
—¿Y qué quieres que te responda, Manoliño? Que sigues tonto. Anda, bonito mío, pasemos a la acción.
—Allá vamos, Tolico, aunque intuyo…
—Malo, malo, que tus intuiciones no me gustan nada. Dispara.
—¿Cuál es tu edad, colega?
—No estás tonto, sino rematadamente tonto. ¡Anda ya! Ayer me pregunta por la próstata, hoy por la edad… ¿Qué pretendes? ¿Denigrarme? ¿Sabes por qué no utilizo reloj? Sencillamente, porque el reloj no es capaz de medir el tiempo. Piensa en el significado profundo de lo que acabo de decirte. ¿Es testimonio de autoridad para ti la opinión de Picasso?
—Depende.
—Ya está el gallego en mitad de la escalera. Pues bien, don Pablo estima que es necesario que transcurra mucho tiempo para poder ser joven.
—Me encantan tus contradicciones, Tolico. ¿Cómo valoraba el mucho tiempo el maestro? ¿Cómo lo medía? Piensa en ello y respóndeme cuando tengas respuesta. Por el momento, dime qué día es mañana.
—El alzheimer te está haciendo polvo, colega. ¿Qué quieres saber, el día de la semana o el del mes?
—Ya puestos, ambos.
—Me siento como un bobo, pero voy a seguirte la corriente. Mañana es viernes 29 de febrero de 2008.
—Año bisiesto.
—Efectivamente, Manoliño, un año especial, rarito como tú.
—¿Y te has detenido a reflexionar lo difícil que debe de resultar celebrar su cumpleaños a los nacidos en 29 de febrero?
—¡Guay! Me apunto. De ese modo, sólo cumpliría años cada cuatro; sería como vivir viajando en el tiempo. ¿Entiendes por qué te digo que el reloj no mide?
—Pues bien, Tolico: mi paisano Rudesindo Soutelo cumplirá mañana 56 años o 14, según tu cómputo particular. Lamento no conocerlo personalmente, pero su blog habla de él. Practicarás el gallego cuando leas sus aforismos y cuando disfrutes advirtiendo que no tiene pelos en la lengua y llama pan al pan, y al vino, vino.
—Cuando lo conozcamos, le preguntaré por la escalera.
—¿Y qué quieres que te responda, Manoliño? Que sigues tonto. Anda, bonito mío, pasemos a la acción.
—Allá vamos, Tolico, aunque intuyo…
—Malo, malo, que tus intuiciones no me gustan nada. Dispara.
—¿Cuál es tu edad, colega?
—No estás tonto, sino rematadamente tonto. ¡Anda ya! Ayer me pregunta por la próstata, hoy por la edad… ¿Qué pretendes? ¿Denigrarme? ¿Sabes por qué no utilizo reloj? Sencillamente, porque el reloj no es capaz de medir el tiempo. Piensa en el significado profundo de lo que acabo de decirte. ¿Es testimonio de autoridad para ti la opinión de Picasso?
—Depende.
—Ya está el gallego en mitad de la escalera. Pues bien, don Pablo estima que es necesario que transcurra mucho tiempo para poder ser joven.
—Me encantan tus contradicciones, Tolico. ¿Cómo valoraba el mucho tiempo el maestro? ¿Cómo lo medía? Piensa en ello y respóndeme cuando tengas respuesta. Por el momento, dime qué día es mañana.
—El alzheimer te está haciendo polvo, colega. ¿Qué quieres saber, el día de la semana o el del mes?
—Ya puestos, ambos.
—Me siento como un bobo, pero voy a seguirte la corriente. Mañana es viernes 29 de febrero de 2008.
—Año bisiesto.
—Efectivamente, Manoliño, un año especial, rarito como tú.
—¿Y te has detenido a reflexionar lo difícil que debe de resultar celebrar su cumpleaños a los nacidos en 29 de febrero?
—¡Guay! Me apunto. De ese modo, sólo cumpliría años cada cuatro; sería como vivir viajando en el tiempo. ¿Entiendes por qué te digo que el reloj no mide?
—Pues bien, Tolico: mi paisano Rudesindo Soutelo cumplirá mañana 56 años o 14, según tu cómputo particular. Lamento no conocerlo personalmente, pero su blog habla de él. Practicarás el gallego cuando leas sus aforismos y cuando disfrutes advirtiendo que no tiene pelos en la lengua y llama pan al pan, y al vino, vino.
—Cuando lo conozcamos, le preguntaré por la escalera.
4 comentarios:
Me ha encantado el post de hoy! La verdad es que nunca me había parado a pensar en ello, lo malo es que los nacidos el 29 de febrero reciben menos regalos que el resto de los mortales.
No se preocupen ustedes que no habrá ningún problema con la conducción a Praga.
Un abrazooo muy grande a los mejores padres del mundo!
PUES ASI,TIENE RAZON,PERO LO MAS CURIOSO ES AYUDAR A DAR A LUZ A LA MISMA SEÑORA A SUS TRES HIJOS NACIDOS TODOS EN AÑO BISIESTO,PERO OS PUEDO ASEGURAR QUE ELLOS,TODOS LOS AÑOS TIENEN SUS REGALOS Y EL BISIESTO POR PARTIDA DOBLE.UN BESO MUY FUERTE A LOS MEJORES PADRES DEL MUNDO QUE ES CIERTO Y DE ESO DOY BUENA FE.
Hay que tener mucho arte para cuadrar las fechas de tres nacimientos distintos de la misma madre, seguro que la matrona tenía mucho que ver, muchas gracias por el piropo a esos padres, con un hijo tan grande, el camino está doblemente allanado. Un besazo.
Olivo.
Como casi siempre, sus artículos atraen nuestra atención. Tiene razón Bartolo, “el reloj no es capaz de medir el tiempo”, el reloj es como el ser humano, generalmente, o se adelanta, o se retrasa, pero pocas veces mide con exactitud. Un saludo.
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