—Cada día que pasa, te entiendo menos, Manoliño... ¿Es que no vas a preguntarme por qué?
—Puedo recibir cualquier respuesta, pero, dime el porqué.
—¿Desde cuando festejas los Día de...?
—Por sistema, ya sabes que no. Los Día de... tienen la virtualidad de recordarnos que esto o aquello existen, y, a veces, nos inducen a reflexionar en torno al asunto, pero con el Día del Libro deberíamos hacer una excepción.
—O sea, Manoliño, que puedo hacerme a la idea de que hoy recibiré un regalo.
—Voy a regalarte, Tolico, el juicio que el libro suscitó no hace mucho a don Antonio Gala:
“Si un hombre conserva la capacidad de admiración que tuvo de niño, y la capacidad de sorpresa y de curiosidad infantiles, es decir, si un hombre es un verdadero hombre, lo deberá a los libros que lo han enriquecido. Si un hombre se siente eslabón de la gran cadena humana, es porque se ha confundido —fundido con— y ha consentido —sentido con— en lo que millones y millones de otros hombres, distantes en el espacio y el tiempo, aspiraron en común y soñaron. Eso sólo a través de los libros puede conseguirse. El libro es lo que nos purifica y multiplica, lo que nos prolonga, lo que nos redime, lo que nos humaniza.”
—Puedo recibir cualquier respuesta, pero, dime el porqué.
—¿Desde cuando festejas los Día de...?
—Por sistema, ya sabes que no. Los Día de... tienen la virtualidad de recordarnos que esto o aquello existen, y, a veces, nos inducen a reflexionar en torno al asunto, pero con el Día del Libro deberíamos hacer una excepción.
—O sea, Manoliño, que puedo hacerme a la idea de que hoy recibiré un regalo.
—Voy a regalarte, Tolico, el juicio que el libro suscitó no hace mucho a don Antonio Gala:
“Si un hombre conserva la capacidad de admiración que tuvo de niño, y la capacidad de sorpresa y de curiosidad infantiles, es decir, si un hombre es un verdadero hombre, lo deberá a los libros que lo han enriquecido. Si un hombre se siente eslabón de la gran cadena humana, es porque se ha confundido —fundido con— y ha consentido —sentido con— en lo que millones y millones de otros hombres, distantes en el espacio y el tiempo, aspiraron en común y soñaron. Eso sólo a través de los libros puede conseguirse. El libro es lo que nos purifica y multiplica, lo que nos prolonga, lo que nos redime, lo que nos humaniza.”
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